Cuando el aire fluye a través del ala de un avión, lo hace con turbulencia, como pequeñas olas que chocan. Si el flujo se mantiene constante, forma capas de diferentes velocidades con un mínimo de arrastre entre una y otra, lo que permite una notoria mejora de la eficiencia.
Científicos de la NASA patentan sustancias que actúan a la manera de utensilios de cocina antiadherentes: impiden que insectos muertos se adhieran a superficies de modo tal de mejorar el flujo del aire en las alas y el fuselaje.
Los nuevos revestimientos podrían resolver uno de los problemas más persistentes de la aviación: el flujo de aire llamado "flujo laminar”, que reduce de forma drástica el roce y mejora la eficiencia del combustible.
Hasta ahora, eso ha sido casi imposible de lograr en el mundo real porque hasta los elementos más pequeños"como partes de insectos- desencadenan una turbulencia aérea que afecta la corriente de aire.
En teoría, crear fuselajes y alas de aviones con superficies similares a espejos que puedan mantener un flujo de aire constante, tendría grandes ventajas, dijo Mark Drela, profesor del Massachusetts Institute of Technology que se especializa en aerodinámica.
De decenas de materiales probados primero en túneles de viento y luego "el año pasado- en las alas de un Boeing 757, se consideró que el grado de éxito de dos justificaba que la NASA los pusiera a disposición de compañías privadas mediante licencias.
Hasta ahora, el mejor material sólo ha impedido alrededor del 40 por ciento de las adherencias de insectos, y los científicos preferirían un porcentaje de éxito mayor.
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