El desarrollo de la movilidad aérea en ciudades aún está lejos de concretarse, sin embargo, los gobiernos deben planear cómo será la participación de aeronaves como taxis aéreos dentro de las grandes urbes, señaló la firma McKinsey & Company.
Para esto, los gobiernos deben considerar varios aspectos como son la construcción de vertipuertos en los que las aeronaves de movilidad aérea (UAM por sus siglas en inglés) puedan estacionarse, recargar combustible y permitir la entrada de nuevos pasajeros. La consultora también indicó que se debe considerar que el mantenimiento de una red de movilidad aérea urbana en grandes ciudades podría costar entre 110 y 130 millones de dólares al año.
De acuerdo con el estudio realizado por McKinsey & Company, una ciudad grande, de alta densidad poblacional, como lo puede ser Londres, Nueva York o Tokio, necesitaría hasta 130 instalaciones distribuidas a lo largo de su geografía para el despegue y aterrizaje de aeronaves y taxis aéreos.
En particular, la consultora describe tres arquetipos potenciales de infraestructura para la UAM: vertipads, vertibases y vertihubs.
Los vertipads son los más sencillos, con un costo de entre 200,000 y 400,000 dólares para su construcción y una inversión de hasta 900,000 dólares para su operación en todo un año. Son las bases que se pueden construir en barrios alejados, en vecindarios.
Por su parte, las vertibases pueden ser construidas en estructuras ya existentes, como grandes estacionamientos o incluso en los techos de grandes edificios. Éstas estarían localizadas en áreas de tráfico medio, como en suburbios o en áreas de oficinas corporativas. Su construcción costaría hasta 800,000 dólares y su operación hasta 5 millones de dólares.
Finalmente, los vertihubs son las estructuras más grandes, que pueden tener hasta 10 áreas de despegues y aterrizajes y 20 espacios adicionales para estacionamiento y mantenimiento. Tendrían un costo de hasta 7 millones de dólares para su construcción y una operación estimada de 17 millones de dólares por año.
McKinsey & Company estima que una gran ciudad necesita hasta 10 vertipads, 15 vertibases, 5 vertihubs y hasta 100 espacios de aterrizajes distribuidos.
Pese a que los costos de una instalación así pueden ser muy elevados, McKinsey & Company señala que siguen siendo una opción razonable y distinta a los proyectos de infraestructura urbana que actualmente se usan.
“El costo de construir un tren en una ciudad puede superar los 500 millones de dólares por milla. El transporte aéreo urbano podría representar un método mucho más efectivo en costos”, indicó la consultora, la cual señaló que en este momento hay cerca de 250 empresas privadas alrededor del mundo trabajando en este sector.
¿Cómo hacer que los costos sean accesibles?
Uno de los grandes retos de la movilidad aérea urbana será que los costos pueden ser muy elevados. Actualmente, un vuelo en helicóptero puede costar entre 6 y 8 dólares por milla, de acuerdo con la consultoría. Asimismo, McKinsey & Company estima que, con las medidas adecuadas, podría reducirse el costo de la movilidad aérea urbana a entre 50 centavos y 2.5 dólares por milla en un futuro.
Sin embargo, los retos para hacerlo son grandes.
Para hacer que una persona gaste hasta 25 dólares por viaje, lo que estaría en línea con los costos del transporte a nivel mundial, una red de vertipuertos debería generar hasta 10,000 viajes por día en una ciudad grande, indicó la consultora. Esto significa que cada 5 minutos debería despegar un nuevo vuelo.
“Esto representa un reto significativo, dadas las logísticas de los vuelos. Aterrizar, desembarcar, abordar, la recolección de equipaje, cargar baterías o recargar combustible y prepararse para el próximo despegue probablemente tome más de cinco minutos. Si a eso se le añade la importancia de la sanidad en un mundo postcovid, se incrementaría el tiempo necesario para limpiar las aeronaves y mantener la sana distancia entre pasajeros”, indicó la consultoría.
Por esta razón, McKinsey & Company estima que el precio promedio de un vuelo por pasajero con la movilidad aérea iniciaría en un rango de entre 50 y 75 dólares. “Pese a que esto es caro, los precios son similares a los que ofrecen otras opciones de transporte de lujo”, apuntó.
Asimismo, la consultoría señala que los gobiernos podrían subsidiar la construcción de las redes para el transporte aéreo urbano, como un esfuerzo para reducir los tiempos de trayectos de las personas, así como impulsar la imagen pública y el turismo de las ciudades.
También recomendó que primero se hagan pruebas a pequeña escala con trayectos entre áreas donde haya personas que estén dispuestas a pagar el precio de los vuelos. En Ciudad de México, la ahora extinta empresa Voom llevó a cabo, durante más de un año, servicio de taxis aéreos entre distintos puntos como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y Polanco o Santa Fe. Sin embargo, debido a la pandemia del covid-19, Airbus decidió cerrar la empresa.
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