Todos los aviones comerciales del mundo tienen instaladas dos grabadoras, una de vuelo y otra independiente, la cual monitorea las conversaciones de la cabina durante sus operaciones, desde que el avión se mueve de la plataforma para despegar hasta que llega a la rampa después del aterrizaje.
Las famosas "cajas negras" (que por cierto no son negras, sino de color anaranjado) retienen información muy importante para que los investigadores puedan llegar a conclusiones sobre las causas probables en caso de un incidente o accidente aéreo.
Hablando de la grabadora de voz (CVR), podemos decir que registra todos los sonidos de la cabina, incluyendo las voces de los pilotos y todas las comunicaciones radiales que se llevan a cabo desde el avión. El cuerpo de la grabadora se encuentra instalado en la cola del avión, al igual que la grabadora de datos de vuelo. Mientras que el micrófono se instala normalmente en el panel superior de instrumentos de la cabina de mando, entre los dos pilotos, para lograr mayor fidelidad.
Los investigadores se enfocan a revisar minuciosamente los sonidos que vienen de los motores, alarmas, retracción o extensión del tren de aterrizaje, selección de aletas de ala, comunicaciones con los servicios de control de tráfico aéreo y conversaciones entre la tripulación.
Las modernas grabadoras de voz están diseñadas para resistir un impacto mayor a las tres mil gravedades y aguantar temperaturas superiores a dos mil grados centígrados por treinta minutos. Dichas pueden ser sumergidas hasta una profundidad de más de seis mil metros en el agua y su batería instalada pude durar un año, mientras que su señal de emergencia tiene una duración de treinta días.
El comité de investigadores de un accidente aéreo se divide en diferentes grupos. Cada uno de ellos tiene a su cargo la investigación sobre distintos aspectos, como la grabadora de vuelo, la de voz, los factores humanos, los motores, la estructura, la investigación de campo, los aspectos médicos de la tripulación, etc.
Este comité está formado por expertos seleccionados por las aerolíneas, por los fabricantes del avión, por el desarrollador de los motores, por los representantes de la tripulación convocados por la autoridad aeronáutica correspondiente y son los únicos que pueden tener acceso legal a la información durante las investigaciones de los siniestros.
Ya sabemos que la grabadora de voz registra todo lo que se dice en la cabina, junto con lo que no se dice, por lo que es importante que los pilotos tengan esto muy presente en todo momento durante el vuelo y no olvidar los resultados e impacto que pueden tener sus palabras o su silencio durante su trabajo en la cabina de mando, en caso de verse involucrados en una investigación por causa de un incidente o accidente.
La última vez que volé como pasajero, tuve oportunidad de permanecer por un rato en la cabina del avión ya que fui invitado por el capitán. Por alguna razón, recordé algo de lo que aprendí en el curso de investigación y prevención de accidentes aéreos al que asistí hace años. Por unos momentos, me asaltaron los pensamientos sobre las consecuencias y el grave impacto, que para bien o para mal, pueden tener las pláticas de cabina sobre varios temas que muchas veces incluyen los personales.
Estuve en la cabina solo unos quince minutos, pero cada palabra que dijimos quedó registrada en la grabadora de voz y sería de dominio público una vez concluida la investigación en caso un incidente o un accidente. Durante el desarrollo de mi vida profesional, tuve oportunidad de formar parte de grupos de investigación de accidentes y algunas veces tuve acceso a las transcripciones de las cajas negras y de las grabaciones completas. Estos recuentos me dejaron claro que la mayor parte de las veces, los pilotos no estamos conscientes de los temas de los que hablamos más allá de los técnicos o de la operación del vuelo.
Escuchar una grabación de voz después de un accidente fatal es algo muy tortuoso que suele quitar el sueño por semanas enteras a cualquier investigador. Hace reflexionar sobre el verdadero significado de la palabra complacencia. Al mismo tiempo, nos hace dar cuenta a las cosas a las que estamos expuestos en un entorno de trabajo complejo y complicado como el de avión en vuelo, aunque a todos nos parezca tan normal en estos días.
Por otra parte, también nos alerta nuevamente sobre la importancia que tiene la constante vigilancia y el mejoramiento de los programas de seguridad de las aerolíneas. Los pilotos siempre deben estar conscientes de los resultados e impacto que pueden tener sus palabras, su silencio y sus acciones durante su trabajo en las cabinas de vuelo, en caso de verse involucrados en una investigación por causa de un incidente o accidente.
- Inicie sesión para enviar comentarios
Facebook comments