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01/04/2025

La nueva carrera espacial y su impacto en la seguridad internacional y espacial

Fermín Romero / Viernes, 28 Marzo 2025 - 01:00

La exploración y utilización del espacio han entrado en una nueva etapa, marcada por la creciente participación de las empresas privadas en lo que se conoce como la "nueva carrera espacial comercial" (NCE) y el paradigma del "NewSpace". Estos fenómenos, impulsados por la innovación tecnológica y la búsqueda de oportunidades comerciales, están transformando el acceso y las actividades en la órbita baja terrestre (LEO). Esta reflexión analiza en profundidad cómo la cooperación internacional y la comercialización del espacio en la LEO, elementos intrínsecos a la nueva carrera espacial, impactan a la seguridad en sus dimensiones nacional, internacional y espacial. Si bien la reducción de costos (miniaturización de componentes de satélites y reutilización de cohetes y naves espaciales) y una mayor accesibilidad a las órbitas ofrecen beneficios significativos, también presentan múltiples desafíos en términos de gestión del tráfico espacial, mitigación de los desechos espaciales y la protección contra amenazas cibernéticas (ciberseguridad) y físicas debido a la proliferación de capacidades contraespaciales entre las potencias espaciales establecidas y emergentes. En este escenario, la cooperación internacional y el desarrollo de marcos regulatorios efectivos son cruciales para garantizar que la promesa de la NCE se realice de manera segura y sostenible para todos.

A la luz de estas nuevas realidades, empezaré aclarando qué significan exactamente la «nueva carrera espacial comercial» y el paradigma del «NewSpace», lo que nos proporciona una base sólida para comprender su impacto en la seguridad internacional y espacial. Con una comprensión más clara de estos términos, podremos analizar cómo la colaboración internacional y las crecientes actividades comerciales en la LEO impactan y contribuyen a la seguridad nacional, internacional y espacial.

A grandes rasgos, la NCE está marcada por la participación de empresas privadas, la reducción de costos mediante tecnologías como los cohetes reutilizables, y la proliferación de pequeñas empresas y países en el sector espacial, que -en principio- buscan participar activamente en la explotación de recursos espaciales, el desarrollo del turismo espacial como fuentes de ingresos, entre otras carteras del mundo de las tecnologías y soluciones espaciales de nueva generación, que desarrollan y operan satélites de comunicaciones, observación de la Tierra (EO) y del espacio, servicios de lanzamiento, exploración e infraestructuras espaciales para clientes civiles, de defensa y comerciales, en el caso de occidente. La diferencia clave entre la 'vieja' y la 'nueva' carrera espacial radica en la motivación principal: mientras que la primera estaba impulsada por intereses geopolíticos y científicos con financiamiento público, la segunda está fuertemente influenciada por la búsqueda de beneficios económicos e inversión privada.

Por su parte, el paradigma del NewSpace, además de formar parte de la NCE, representa un cambio hacia un enfoque más ágil, innovador y comercial de la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, caracterizado por centrarse en la reducción de los costos, el aprovechamiento de la inversión privada y el desarrollo de tecnologías emergentes para una amplia gama de aplicaciones espaciales, diferenciándose del modelo «old space», centrado en el gobierno. El NewSpace se distingue por su énfasis en la velocidad, la eficiencia y la viabilidad comercial, a diferencia del enfoque tradicional liderado por los gobiernos, que generalmente es más lento y se centra en el rendimiento según las especificaciones gubernamentales.

Ahora que contamos con una comprensión más clara de la NCE y el NewSpace, podemos analizar cómo la participación de las empresas privadas en la exploración y utilización del espacio impacta la seguridad nacional, considerando aspectos como el desarrollo tecnológico, la independencia estratégica y la protección de los activos espaciales propios y de países aliados (en el caso de los Estados Unidos), donde la seguridad internacional y espacial, entran en juego; toda vez que la NCE no solo se enfoca en la exploración lunar y del espacio profundo, sino también las redes de satélites en la LEO, la extracción y utilización de recursos in situ (ISRU). En este sentido, como puede observarse la NCE está impulsada por una combinación de ambiciones políticas, avances tecnológicos y la búsqueda de nuevos recursos y mercados más allá de la Tierra. Esta era, marcada por la creciente participación de empresas privadas como SpaceX, Blue Origin, ULA, Virgin Galactic, Boeing, Rocket Lab, Lockeed Martin, Northrop Grumman, Sierra Space, Axiom Space, Intuitive Machines, entre muchas otras, junto con las agencias gubernamentales tradicionales, contribuye a un acceso más democratizado del espacio.

En este contexto, el Departamento de Defensa de los EE. UU. (DoD) está interesado en el desarrollo de la propulsión espacial comercial para asegurar la producción nacional de motores de cohetes, reducir la dependencia de componentes extranjeros y garantizar la viabilidad del programa espacial estadounidense. Los avances en motores de cohetes líquidos y materiales avanzados son cruciales tanto para el espacio comercial como para la tecnología hipersónica, y programas como el SBIR y STTR (programas del gobierno de los EE. UU. destinados a ayudar a ciertas pequeñas empresas a realizar I+D), que fomentan la innovación en este sector. La NASA también colabora con empresas privadas (programa Commercial Lunar Payload Services - CLPS) para aprovechar su innovación en misiones espaciales. En el Departamento de Energía (DOE), el financiamiento se realiza mediante subvenciones.

En la búsqueda de independencia estratégica a través del NewSpace, el DoD está integrando activamente soluciones espaciales comerciales en sus arquitecturas de seguridad nacional, reconociendo la agilidad e innovación del sector privado. Las capacidades, la producción escalable y la rápida renovación tecnológica del sector espacial comercial pueden mejorar la resiliencia de las capacidades espaciales de seguridad nacional y fortalecer la disuasión en la seguridad internacional y espacial. Sin embargo, el creciente acceso a tecnologías espaciales de uso dual a través de NewSpace plantea desafíos para los controles de exportación y los riesgos de proliferación de misiles. El gobierno de los EE. UU. está considerando utilizar capacidades comerciales para disuadir a adversarios, especialmente a China. Las empresas espaciales comerciales ofrecen servicios valiosos para la defensa y la inteligencia, como lanzamiento, teledetección, comunicaciones y servicio de satélites. De hecho, existe un debate en curso sobre la responsabilidad del gobierno de EE. UU. en la protección de todos los activos espaciales comerciales, ya que las empresas tienen una responsabilidad fiduciaria con sus accionistas. En la práctica, la colaboración estrecha entre el gobierno y el sector privado es crucial para mejorar la gestión del tráfico espacial y la seguridad de los activos espaciales.

De esta forma, la cooperación internacional en proyectos espaciales comerciales y de NewSpace también fortalece la seguridad a nivel mundial y espacial. Las colaboraciones existentes entre países de occidente e inclusive con naciones del cercano y lejano oriente, previenen conflictos en la Tierra y en el espacio, mediante el intercambio de información, la gestión de riesgos en las dinámicas geopolíticas, así como los posibles desafíos y oportunidades para la colaboración en el campo espacial, mediante alianzas internacionales. La cooperación internacional en el espacio, a través de la diplomacia espacial y marcos concretos, busca proteger el espacio para la humanidad, prevenir su militarización y conflictos estableciendo reglas y códigos de conducta a nivel global para ayudar a resolver pacíficamente desacuerdos y evitar una carrera armamentista espacial. Lo anterior, nos ofrece una visión más completa de cómo la cooperación internacional en la NCE y el NewSpace contribuye a la seguridad global. Algunos ejemplos concretos de cooperación internacional en el espacio son el programa Artemis de la NASA con múltiples socios internacionales, la Estación Espacial Internacional (EEI) como colaboración de varias agencias espaciales, el sistema de navegación Galileo de la ESA con componentes de diversos países europeos, y el programa ExoMars de la ESA con contribuciones internacionales. Proyectos colaborativos como la EEI demuestran que incluso naciones con historia de rivalidad pueden trabajar conjuntamente en investigaciones espaciales importantes; organizaciones como el Space Information Sharing and Analysis Center (Space ISAC), facilitan la colaboración en la industria espacial global para mejorar la preparación y respuesta ante amenazas. Por su parte, la iniciativa SATIS (Space Automated Threat Intelligence Sharing), busca estandarizar el intercambio de información sobre ciberamenazas en el sector espacial (estándar global para el intercambio automatizado de inteligencia sobre amenazas), dotando a las organizaciones espaciales de un conjunto de herramientas optimizado que permita optimizar la detección, prevención y respuesta a las ciberamenazas específicas del espacio. Adicionalmente, la colaboración internacional en tecnología satelital permite compartir recursos, conocimientos y costos, lo que lleva a una producción científica diversa y una mayor conectividad global.

La cooperación internacional en la LEO presenta serias complejidades, especialmente en el clima geopolítico actual, por lo que será necesario gestionar los diferentes intereses nacionales, fomentar la confianza entre los socios y forjar alianzas sólidas con naciones aliadas con las que EE.UU. comparte valores e intereses estratégicos, misiones conjuntas e iniciativas de investigación, para garantizar el éxito a largo plazo de la cooperación en la LEO. Para abordar satisfactoriamente estas complejidades, el diálogo diplomático centrado en la exploración espacial puede ayudar a identificar objetivos comunes y abordar satisfactoriamente las preocupaciones.

La cooperación internacional es crucial para la gestión de riesgos espaciales, abordar desafíos como la basura espacial, la gestión del tráfico espacial y el clima espacial. El Comité Interinstitucional de Coordinación de Desechos Espaciales (IADC), se reúne anualmente para discutir investigaciones en estas áreas, y la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (UN COPUOS), es el foro multilateral por excelencia para discutir cuestiones de gobernanza relacionadas con las actividades espaciales. De esta forma la cooperación internacional en proyectos espaciales comerciales y del NewSpace fortalece la seguridad internacional. La participación de las empresas privadas en la exploración espacial es vista por el DoD como una forma de asegurar la producción nacional de tecnologías espaciales clave y reducir la dependencia de proveedores extranjeros, lo cual es especialmente relevante en áreas como la propulsión de cohetes y los materiales avanzados, que tienen aplicaciones tanto en el ámbito comercial como en la defensa. De esta forma, el sector del NewSpace, con su agilidad e innovación, está siendo integrado en las estrategias de seguridad nacional de los EE. UU., dado que se reconoce que las capacidades comerciales pueden mejorar la resiliencia de las infraestructuras espaciales de seguridad y fortalecer la capacidad de disuasión.

Actualmente, existe un debate en curso sobre quién es responsable de proteger los activos espaciales comerciales. Si bien las empresas tienen sus propias responsabilidades, el gobierno de EE. UU. está considerando el uso de capacidades comerciales para disuadir a posibles adversarios. La colaboración entre el sector público y privado se considera fundamental para garantizar la seguridad en el espacio, incluyendo la gestión del tráfico espacial. La comercialización del espacio en la LEO afecta la seguridad espacial, incluyendo la gestión del tráfico, la mitigación de la basura espacial y la protección contra amenazas cibernéticas y físicas a la infraestructura espacial. La creciente cantidad de satélites comerciales en la órbita terrestre baja está generando una mayor congestión orbital, lo que incrementa el riesgo de colisiones, por lo que es necesario desarrollar tecnologías y normativas para mejorar la coordinación del tráfico espacial a nivel internacional. Las mega constelaciones de satélites comerciales contribuyen significativamente al problema de la basura espacial en la LEO. Por ello, es crucial abordar los riesgos que representan los desechos orbitales para la sostenibilidad a largo plazo de las operaciones espaciales, en la actualidad, se están explorando tecnologías basadas en inteligencia artificial para mejorar el monitoreo y la eliminación de estos desechos.

Actualmente, no existen normas internacionales acordadas para la gestión del tráfico espacial en la LEO. Si bien las directrices de la ONU ofrecen un punto de partida, se reconoce cada vez más la necesidad de nuevas leyes y tratados espaciales internacionales para gestionar el tráfico espacial de manera efectiva. La creciente interconexión de los satélites en la LEO los hace más vulnerables a las amenazas cibernéticas, la falta de medidas de seguridad estandarizadas genera preocupación sobre su fiabilidad y la posible militarización de los satélites representa un desafío significativo para la seguridad espacial. Además, la comercialización del espacio también presenta desafíos, como la saturación de órbitas y la generación de basura espacial, por lo que es necesario fundar un organismo internacional que regule el lanzamiento y operación de satélites para evitar que el espacio se convierta en el equivalente a un 'salvaje oeste' del espacio.

Al analizar cómo la cooperación internacional y la comercialización en la LEO pueden fortalecer la seguridad, los resultados iniciales sugieren que la colaboración internacional en investigación y desarrollo en la LEO para las estaciones espaciales comerciales es un ejemplo. La utilización de satélites en la LEO para proporcionar internet de alta velocidad y soluciones de respaldo puede mejorar la comunicación y la resiliencia, lo que indirectamente contribuye a la estabilidad internacional. De esta forma, la posible colaboración industrial en constelaciones para la detección y seguimiento de misiles con aliados también es un ejemplo más directo, también se requieren normas internacionales contra pruebas destructivas de armas antisatélite. Además, el desarrollo de tecnologías para el servicio y la fabricación en el espacio -sin duda- generará acuerdos que demuestren claramente la conexión entre la cooperación internacional/comercialización en la LEO y el fortalecimiento de la seguridad en sus diferentes dimensiones, incluida la seguridad espacial a largo plazo.

Las propuestas de nuevos acuerdos internacionales para abordar los desafíos de la creciente comercialización del espacio, incluyendo la utilización de recursos espaciales in situ y el veloz desarrollo de la tecnología espacial subrayan la necesidad urgente de un nuevo tratado del espacio exterior del siglo XXI, acorde a las nuevas actividades espaciales y con visión de largo plazo. No obstante, hacer cumplir el derecho espacial internacional es complejo debido a la falta de un organismo de aplicación global y a las ambigüedades en los tratados existentes, además, aplicar las leyes espaciales a actores privados también presenta desafíos.

Para ofrecer una visión general completa de cómo la NCE y NewSpace, a través de la cooperación internacional y la comercialización del espacio en LEO, contribuyen a fortalecer la seguridad en sus dimensiones nacional, internacional y espacial, se requiere la definición de conceptos clave, el análisis del impacto en la seguridad nacional, la exploración de la cooperación internacional, el estudio de los efectos de la comercialización de la LEO en la seguridad espacial, la investigación de ejemplos concretos, la evaluación de posibles desafíos y riesgos, y el análisis del papel de las regulaciones y los marcos legales internacionales. Para mantener la posición predominante de dominio espacial en el siglo XXI, los EE. UU. deben adoptar un nuevo modelo de liderazgo en la LEO, que combine el ingenio y el emprendimiento estadounidenses con el compromiso con la cooperación internacional y comercial, garantizando la seguridad nacional mediante el liderazgo geopolítico, el crecimiento industrial y tecnológico exponencial y el avance de la civilización multi planetaria.

Una LEO robusta y continua es crucial para la seguridad nacional y el liderazgo global de EE. UU. Las tecnologías basadas en la LEO son vitales para mejorar las capacidades de vigilancia, garantizar redes de comunicación resilientes y optimizar los sistemas de navegación. Al mantener un rol de liderazgo en la LEO, EE. UU. puede salvaguardar su posición estratégica y ejercer liderazgo global. Así como el desarrollo de la tecnología GPS con fines militares revolucionó la vida civil e impulsó el crecimiento económico, el progreso en la LEO tendrá profundas implicaciones tanto para la seguridad nacional como para la prosperidad económica.

Los EE.UU. deben comprometerse a crear un entorno propicio para el sector espacial comercial mediante la simplificación de las regulaciones, el acceso de las empresas a datos y recursos gubernamentales y el desarrollo de una estación espacial comercial. Para lo cual, es necesario revisar exhaustivamente la normatividad vigente para eliminar trabas burocráticas innecesarias. Actualmente no existe un marco para gestionar nuevas actividades espaciales al margen de las regulaciones federales vigentes. Los EE.UU. necesitan un punto único de aprobación para las operaciones espaciales a fin de garantizar el cumplimiento de las obligaciones derivadas de los tratados internacionales, con un enfoque regulatorio flexible que ofrezca estabilidad y transparencia. Una economía LEO próspera, impulsada por la innovación y el liderazgo estadounidenses, será pilar fundamental del crecimiento económico del siglo XXI. La LEO tiene el potencial de generar oportunidades económicas sin precedentes, al impulsar un sector espacial comercial dinámico, que puede fortalecer a las economías de todo el mundo al crear un mercado global para bienes y servicios espaciales.

Sin embargo, no será fácil. Estos esfuerzos no solo refuerzan las alianzas, sino que también crean un frente unido para abordar los desafíos globales en la Tierra y fuera del planeta. Y los EE.UU deben buscar acuerdos multilaterales que establezcan normas de comportamiento y reglas de intervención en el espacio. Dichos acuerdos pueden ayudar a mitigar conflictos, promover la cooperación en el uso responsable de los recursos espaciales, garantizar la seguridad en las operaciones y proteger el entorno espacial, alineando al mismo tiempo los intereses de las múltiples partes interesadas.

Estados Unidos y el mundo se encuentran en un momento crucial de la nueva carrera espacial. Al adoptar una visión audaz que combina el ingenio y el espíritu emprendedor estadounidenses con el compromiso con la cooperación internacional, liberará todo el potencial de la LEO, garantizando que se convierta en un espacio de paz, prosperidad y progreso para toda la humanidad. De la misma manera que los EE.UU. lideraron al mundo con el desarrollo y despliegue de la EEI, deben liderar el mundo en esta nueva era, marcando rápidamente la ruta en la LEO y marcando una nueva dirección para el mundo, con el despliegue y la utilización de estaciones espaciales comerciales. 

En suma, la nueva carrera espacial comercial y el paradigma NewSpace, impulsados por la innovación y la inversión privada, presentan una oportunidad sin precedentes para expandir las actividades humanas en la LEO, la Luna Marte y más allá. La cooperación internacional y la comercialización del espacio en la LEO son elementos clave que pueden fortalecer la seguridad en sus dimensiones nacional, internacional y espacial. La participación del sector privado impulsa el desarrollo tecnológico y puede mejorar la independencia estratégica de las naciones, mientras que la colaboración internacional es esencial para prevenir conflictos, intercambiar información crucial y gestionar los riesgos inherentes a las actividades espaciales. La comercialización de la LEO ofrece beneficios significativos, pero también plantea desafíos relacionados con la gestión del tráfico espacial, la mitigación de la basura espacial y la protección contra amenazas cibernéticas y físicas. Para garantizar un futuro equitativo, seguro y sostenible en el espacio, es crucial abordar las lagunas existentes en los marcos legales y regulatorios internacionales y nacionales. Se necesitan esfuerzos continuos para fomentar la cooperación internacional, establecer normas de comportamiento responsable en el espacio y desarrollar mecanismos eficaces para la aplicación de las regulaciones. Al hacerlo, la comunidad internacional puede aprovechar el potencial de la nueva era espacial comercial para el beneficio de toda la humanidad, fortaleciendo al mismo tiempo la seguridad en todas sus dimensiones.

 

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