La lógica de los inversionistas, ante la oferta de recompra de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) emitida por parte del Gobierno federal, sólo puede ser una: no perder, cuando ellos compraron los bonos con la lógica de ganar, que es distinto, consideró Rodrigo Soto-Morales, abogado experto en derecho aeronáutico.
"¿Estas ofertas aseguran la lógica del no perder? La respuesta es no. Están haciendo control de daños y esa no es la lógica de un mercado bursátil; a vista de todos, esta segunda oferta ya denota un alto grado de presión en el Gobierno federal", explicó a A21.
Un día después de haber tomado posesión y ratificado su decisión de cancelar la construcción del NAICM –que acumula un avance del 33%–, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador emitió una oferta de recompra de bonos por 1,800 millones de dólares, misma que fue rechazada por los inversionistas.
Nueve días después se emitió una segunda oferta mejorando las condiciones, sin embargo también fue rechazada.
Soto-Morales detalló que esta mejora en las condiciones la incluyeron por si se retrasan las obras en Santa Lucía (en caso de que se construya) y no pueden hacer eficaz la colocación de rutas y vuelos para nutrir lo más que se pueda la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM), además de advertir que sigue siendo deuda pública.
"Ellos ya analizaron bien los escenarios: si bajara la demanda de pasajeros en el AICM por la operación de Toluca y de Santa Lucía, van a tener que meterle dinero extra, y el único respaldo para sacar dinero de algún lado son los derechos, contribuciones y erario federal, no hay de otra", alertó.
Desde que se anunció la construcción del NAICM, la TUA es lo que respalda el valor de los 6 mil millones de dólares de inversión de los tenedores emitidos en 4 notas (bonos) con fecha de vencimiento y garantizadas con rendimientos futuros. De no cumplirse así, los inversionistas podrían hacer efectivos los eventos de incumplimiento.
"Los inversionistas no aceptan la oferta porque sigue siendo ambigua. No nos dicen, cuando se verifiquen estas variables de incumplimiento, de dónde sacarán el dinero para cumplir. En los dos casos (Fibra E y bonos verdes) estamos hablando de deuda pública, es decir, dinero que tiene que salir de las arcas públicas para cubrir el valor de los bonos", reiteró.
Según el experto, la única manera de que esos bonos valgan más de su valor de emisión es que en los informes trimestrales del proyecto –tanto de cumplimiento de tiempos para la obra, como para la entrada en operación del aeropuerto– se asegure que generarán más dinero.
"Entonces mis bonos van a valer más y por eso es negocio y por eso los compré, de eso se trata ser inversionista", concluyó.
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