Este lunes, Andrés Manuel López Obrador informó que de agosto a octubre próximos se realizarán foros sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), de modo que a finales del mismo octubre se realice una consulta ciudadana que decida el futuro de este proyecto.
En rueda de prensa, el virtual presidente electo pidió el apoyo de los medios de comunicación para que, del 15 de agosto al 15 de octubre próximos, se realicen los foros para el “debate técnico” sobre las opciones “que más convengan” sobre el proyecto de infraestructura.
Como lo expresó en campaña, reiteró que hay tres posibles escenarios para esta obra:
➤Que continúe la construcción en el lago de Texcoco, hoy en curso.
➤Construir dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía para resolver el problema de saturación del actual aeródromo capitalino, “a un costo menor”.
➤Concesionar la construcción del NAICM para que no se utilice dinero del presupuesto.
Reporteros presentes señalaron que el Instituto Nacional Electoral rechazó hace unos días la posibilidad de una consulta de este tipo, a lo que el tabasqueño respondió que se podría realizar a través de alguna organización de la sociedad civil.
“En su momento vamos a resolver cuál será el procedimiento pero se va a consultar a la gente”, enfatizó.
El próximo presidente también señaló que el dictamen técnico, elaborado por su equipo de transición con apoyo de expertos, estará listo a mediados de agosto próximo.
Al cuestionársele sobre si José María Rioboó participará en la construcción del aeropuerto alternativo en Santa Lucía, López Obrador dijo que el empresario está apoyando voluntariamente en la resolución del futuro del NAICM, y que en ningún momento su constructora ha sido considerada como participante de licitación alguna.
Nuevo desdén a la flota presidencial
Aunque reticente a hablar del tema, el virtual presidente electo reiteró que la decisión de vender la flota aérea presidencial está tomada.
Asimismo, dijo que de ser necesario hablará con presidentes, primeros ministros, jefes de estado, aerolíneas, fabricantes de aviones, gobiernos y hasta magnates para ofrecerles no solo el Boeing 787 Dreamliner, sino todos los demás aviones.
“Son jets que compraron, nada más en este sexenio seis, cada uno mil millones de pesos… ¡ya no quiero seguir hablando del tema! Ora sí, amor y paz…”, concluyó.
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