Después de meses de expectativa, polémica y argumentos jurídicos, Avianca desistió en su intención de absorber a la aerolínea de bajo costo Viva Air, que cesó sus operaciones a fines de febrero.
A fines de abril, Aeronáutica Civil, la entidad pública que supervisa el mercado aéreo de Colombia, ratificó su aprobación a esa integración; sin embargo, Avianca había solicitado ésta desde el 8 de agosto de 2022, y la operación había pasado por una investigación de la Superintendencia de Industria y Comercio.
Avianca aseveró que estudió a detalle los condicionamientos que la Aerocivil puso a la fusión a manera de evitar que la unión de las dos concentrará un exceso en el mercado aéreo nacional y concluyó que estos “imposibilitan la recuperación de Viva y podrían incluso afectar la estabilidad de Avianca; por lo que lamentablemente la compañía se vio obligada a desistir de la integración”.
La decisión tenía como antecedente las declaraciones del vicepresidente global de la aerolínea, Frederico Pedreira, quien el 3 de mayo aseguró que Avianca desconoce la “realidad financiera u operacional de Viva. Lo que sabemos es lo que el país ha visto: una compañía que ha dejado de operar. Y que ha perdido aviones, empleados y capacidades”.
Además, Aerocivil endureció los condicionamientos a la fusión. Tras varios recursos de aerolíneas competidoras contra una primera versión de esos requisitos, el lunes 8 de mayo publicó una resolución actualizada en la que, especialmente, aumenta la cantidad de slots, los derechos aeroportuarios de despegue y aterrizaje en cada aeropuerto, especialmente en el neurálgico El Dorado y en horarios pico y coyunturas determinadas.
“A pesar de la voluntad de Avianca de devolver más del 75% de los slots de Viva en El Dorado -y más de 72% de los slots de Viva en franjas premium-, la autoridad exigió la devolución de un número que no permitiría que Viva base un solo avión en el principal aeropuerto del país de manera eficiente. Esto haría que Viva sea inviable económicamente”.
También señaló a la Aerocivil de tener “poca flexibilidad regulatoria” y de no haber ajustado su decisión a “la realidad actual de Viva y el tiempo transcurrido entre el inicio del proceso el 8 de agosto de 2022 y la fecha de una decisión en firme”. Tras dos meses sin operar, la aerolínea de bajo costo tiene una decena de aviones en tierra en el aeropuerto de Medellín, Colombia.
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