Tras una serie de disturbios políticos en Georgia, Vladimir Putin, presidente ruso, emitió un decreto que prohíbe temporalmente los vuelos de pasajeros entre ambas naciones. Por su parte, el Ministerio de Transporte de Rusia declaró que Moscú también suspenderá las operaciones comerciales de aerolíneas georgianas en su territorio.
De acuerdo con el Ministerio, las razones de la suspensión fueron "la necesidad de garantizar un nivel suficiente de seguridad de la aviación", así como las deudas atrasadas de Georgia con la Corporación Estatal de Cajeros Automáticos de Rusia por servicios de navegación aérea.
El decreto presidencial entrará en vigor a partir del 8 de julio y el ministerio afirmó que la prohibición de vuelo se levantará una vez que las aerolíneas, tanto Georgian Airways y MyWay Airlines, puedan garantizar la seguridad y para ello, serán sometidas a una auditoría aprobada por funcionarios rusos.
Cabe mencionar que, aunque las autoridades de aviación georgianas han sido informadas sobre la decisión, el decreto del presidente Putin también recomienda a las agencias de viajes que dejen de vender paquetes vacacionales a Georgia mientras la prohibición de vuelos esté en vigor, y Moscú también ha ordenado que las autoridades se aseguren de que todos los ciudadanos rusos que viajan actualmente a través de Georgia sean llevados de vuelta sin cargos adicionales.
Actualmente, entre cinco mil y siete mil turistas rusos visitan Georgia, una antigua nación soviética, y las prohibiciones ejercidas por el gobierno de Putin obligarán a que cerca de 150 mil rusos cancelen sus viajes planeados a este país, lo que significa que las aerolíneas tendrían que pagar una compensación a los pasajeros que podría ascender a unos 48 millones de dólares.
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