“Acaben con los impuestos estúpidos”, fue el reclamo del presidente de Ryanair, Michael O’Leary, en un mensaje dirigido a los gobiernos de Europa para que puedan aumentar la actividad económica, la generación de empleos y el crecimiento de la industria aeronáutica, durante la cita anual de la asociación Airlines for Europe (A4E).
Que los Estados eliminen o reduzcan los seis mil millones de euros en tasas sobre la aviación que al final son costos que llegan a los pasajeros, señaló el presidente de EasyJet, Johan Lundgren.
A esta reunión asisten 15 aerolíneas europeas, que representan al 75 por ciento del tráfico de pasajeros de la Unión Europea.
Durante la misma, el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr también señaló que en Europa están algunos de los aeropuertos más caros del mundo. O’Leary dijo que además estos aeropuertos son monopolistas y que en ciudades como Ámsterdam, Lisboa y Varsovia se impide el surgimiento de nuevos aeródromos secundarios que hagan más competitivo el negocio.
Por eso mismo, pidieron que se construyan menos “palacios de mármol” que no necesitan los pasajeros y que la inversión pública se dedique a mejorar la seguridad aérea, que los aeropuertos sean más eficientes en lugar de joyas arquitectónicas.
Con referencia a los costes en materia de seguridad, el director de A4E, Thomas Reynaert señaló que ésta es una inversión que no puede depender únicamente de las aerolíneas, y recomiendan que la solución es a través de la tecnología, de controles automatizados, biométricos y de reconocimiento facial que aceleren los accesos.
Porque, además, “los pasajeros nunca han tenido que esperar tanto en las fronteras de la Unión Europea”, dijo el presidente de Air France-KLM, Jean-Marc Janaillac, quien añadió que entre 2016 y 2017 se duplicaron los retrasos en vuelos y aumentó en un 5 por ciento el número de pasajeros que perdieron sus vuelos de conexión.
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