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20/11/2024

Amorosos en vuelo, ¿aventura o peligro?

Jorge Castellanos / Martes, 14 Febrero 2017 - 12:27
El desvío de un vuelo por "conducta inapropiada" de un pasajero puede representar pérdidas por hasta 200 mil dólares

Tener sexo en el avión es una idea recurrente, incluso existe un club sin membresía en el que se busca presumir estas "hazañas románticas", pero es una conducta prohibida, que se clasifica dentro de los pasajeros insubordinados, un crimen federal que puede ser castigado hasta con 25 mil dólares más tiempo en la cárcel.

Las faltas a la conducta en pleno vuelo la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) las identifica como “incidentes con pasajeros insubordinados”, fenómeno que se incrementó en 2015 un 16.5 por ciento, con 10 mil 854 reportes de este tipo con respecto a los 9 mil 316 incidentes registrados en 2014.

Se estima que uno de cada mil 205 vuelos tuvo algún problema con un pasajero, que requirió la intervención del capitán –como máxima autoridad a bordo– así como de la tripulación y hasta de otros pasajeros para poder controlar la situación.

IATA identificó cuatro niveles de amenaza que van desde el abuso verbal y no seguir las instrucciones de la tripulación, hasta la violación de la cabina de vuelo e intentos de sabotaje.

Para cada caso, la IATA ha diseñado protocolos específicos de acción. En lo que respecta a las “travesuras en pareja”, dicha conducta cae en el nivel correspondiente a las agresiones físicas, y se les identifica por tratarse de “acciones de naturaleza abiertamente sexual, lujuriosa o lasciva”, aun y cuando no se efectúen en contra de otro pasajero.

Consecuencias

“Si estás en un vuelo de varias horas, te aburres y has bebido un poco, tiendes a ponerte ‘creativo’. Y creo que la emoción de divertirte con tu pareja puede ser irresistible, pero de ninguna forma creo que esto suponga una amenaza de seguridad”, afirma Phil Kessler, dueño y administrador de Mile High Club, un sitio web para aquellos usuarios de aerolíneas de Estados Unidos que buscan presumir sus "hazañas románticas” en pleno vuelo.

Pero ¿cuáles son las reacciones que pueden esperar por parte de la tripulación?. En un vuelo nacional, durante una situación de posible acoso hacia una pasajera, el capitán Antonio Vargas Echegoyen, comandante de Aeroméxico, comentó a A21 que tuvo que anunciar desde cabina:

"Le advierto al probable responsable: de continuar con esta situación nos veremos en la necesidad de aterrizar en el aeropuerto más cercano para consignarlo ante la autoridad”.

Este mensaje se emite bajo el amparo del artículo 40 de la Ley de Aviación Civil, el cual establece que todo concesionario o permisionario puede, en caso fortuito o fuerza mayor, suspender totalmente la prestación del servicio de transporte aéreo, sin autorización previa de la Secretaría.

De acuerdo con Tim Colehan, subdirector de Asuntos Exteriores de IATA, las medidas disuasivas pueden representar para las aerolíneas pérdidas cercanas a los 200 mil dólares por vuelo.

El impacto de un solo pasajero insubordinado es desproporcionado, ya que tiene repercusiones en procesos de seguridad y operativos, que pueden provocar efectos de ‘bola de nieve’ en cuanto a interrupciones, desvíos, conexiones perdidas, etc.

Por ello, el organismo actualizó la antigua normatividad en la materia en un documento conocido como Protocolo de Montreal 2014, al que hasta la fecha sólo se han adherido 6 naciones. Asimismo, ha emitido unos principios fundamentales donde se plantean estrategias para la prevención y gestión de incidencias.

Pero las aerolíneas a veces prefieren no reportar los incidentes y así evitarse disputas legales. Algo que cambiaría si los gobiernos establecieran leyes que criminalicen y sancionen las conductas inapropiadas. Por citar un ejemplo, la autoridad de aviación china ya trabaja en una enmienda que busca penalizar con multas de hasta 50 mil yuanes (alrededor de 7,500 dólares) conductas que van desde ocupar el asiento de otro pasajero hasta las peleas a bordo.

En tanto, los amorosos aéreos podrán seguir con sus affairs de altura, sin otro riesgo que el de ser descubiertos. Por su parte, Kessler ha dicho que los miembros de su organización no pretenden ser una molestia para otros pasajeros, pues “mientras usen los baños y no se tarden”, el amor en el aire, con todo y la posibilidad de ser arrestado, es una experiencia excitante.

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