La primavera pasada, Alaska Airlines acaparó las miradas de la industria aérea global cuando anunció la adquisición de Virgin America por 2 mil 600 millones de dólares. Por ello, los mercados financieros están atentos a los próximos movimientos de la aerolínea, que tuvo un gran 2016 y que tiene ambiciosos planes para este 2017.
De acuerdo con un artículo del sitio Real Money, el grupo aéreo muestra máximos históricos y una poderosa tendencia alcista en sus patrones accionarios en la Bolsa de Nueva York, el mayor mercado de valores del mundo.
Esto se debió en gran medida a una sobrecompra de títulos que ha durado ya varias semanas. Asimismo, el volumen de acciones ha sido robusto desde el verano, y seguirá siéndolo mientras la economía se mantenga estable.
Cabe señalar que las aerolíneas han tenido un gran apoyo en los bajos precios de los combustibles y, si bien el mercado interno de los EU no ha crecido en grandes términos (con un aumento del 4.9% en 2016, según un reporte preliminar de la OACI), la demanda se ha mantenido constante, y Alaska quiere ser una de las consentidas.
Si a esto le sumamos la ampliación de sus rutas tras la fusión con Virgin America, precios más accesibles y las mejores tasas de puntualidad de vuelos, Alaska está en condiciones de desafiar a sus rivales más grandes como Southwest, American y United.
Más millas, más lealtad
"More to love" (más que amar), fue el eslogan de promoción de la fusión. Y para Alaska-Virgin, más que una etiqueta para redes sociales es un compromiso con sus clientes, pues ha implementado cambios que desafían las tendencias del mercado aéreo estadounidense. Particularmente, con su renovado programa de lealtad.
Hasta hace poco, las aerolíneas recompensaban a sus clientes con 1 milla de viajero por cada milla recorrida. Sin embargo, en los últimos dos años las mayoría de las aerolíneas viraron hacia un esquema de méritos basado no en la distancia recorrida sino en el dinero gastado, lo que es muy conveniente para un puñado de viajeros de alto poder adquisitivo, mas no para la mayoría que viaja en clase económica.
Sin embargo, Alaska no sólo se mantuvo en el antiguo esquema, sino que también reducirá la cuota de millas necesarias para obtener vuelos gratuitos.
Creemos que es lo justo", declaró Ryan Butz, gerente de marketing del programa de lealtad de Alaska, y agregó que, “si bien el costo de tener un programa de recompensas basado no en el gasto sino en la distancia puede ser mayor, es preferible a la pérdida de ganancias por alejar a nuestros clientes leales”.
Aunque es una apuesta arriesgada, ya que los viajeros de ocasión generalmente persiguen las ofertas, especialistas como Jay Sorensen de la consultoría IdeaWorks Company, han dicho que este es un mensaje muy elocuente por parte de Alaska, pues pone el foco en un sector del mercado que había sido poco atendido por las grandes aerolíneas. Algo así como la "estrategia Trump" pero en la aviación comercial.
Si los mismos ejecutivos de United y American han estimado que los viajeros poco frecuentes representan alrededor del 85 por ciento de todos sus clientes, y casi la mitad de todos los ingresos, parece que en Alaska Airlines se toman muy en serio sus dichos.
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