Pasar al contenido principal
01/05/2025

Revela investigación errores humanos en choque entre Blackhawk y avión en Washington

Redacción A21 / Jueves, 1 Mayo 2025 - 01:00
El accidente fue atribuido a decisiones equivocadas de la piloto militar, uso limitado de visión nocturna y escasa coordinación con el control aéreo

La tripulación del helicóptero Blackhawk del ejército de Estados Unidos que chocó en la noche del 29 de enero pasado con un avión comercial cerca del Aeropuerto Ronald Reagan de Washington fue víctima de una serie de errores que costaron la vida de 67 personas.

De acuerdo a una investigación de The New York Times, se reveló que los factores que precedieron a la colisión estuvo que la piloto de la aeronave militar, la capitana Rebeca Lobach, no hizo caso a la orden de su copiloto e instructor, Andrew Eaves, de cambiar el rumbo, el aparato también estaba volando demasiado alto para la zona, las comunicaciones por radio no fueron las mejores y más claras y solo había un controlador de tráfico aéreo atendiendo la situación.

Quince segundos antes de que las aeronaves colisionaran, Eaves le dio a Lobach que creía que el controlador de tráfico querían que giraran a la izquierda, lo que habría abierto más espacio entre el helicóptero y el avión de American Airlines, que ya estaba a punto de aterrizar en la pista 33 de la terminal. Sin embargo, la piloto no hizo caso a lo que le dijo su instructor y el accidente ocurrió.

En la investigación se menciona que no había indicios de que la capitana estuviera sufriendo problemas de salud o que un suceso médico la hubiera afectado en los instantes previos.

Momentos antes, los tripulantes del helicóptero, al ser advertidos por el control aéreo de que estaban cerca de un avión, habían pedido operar bajo “separación visual”, maniobra que permite a los pilotos mantener distancia de otras aeronaves basándose en la observación directa, en lugar de seguir instrucciones de control.

Durante el ejercicio militar que realizaban esa noche, tanto la piloto como el instructor estaban usando un sistema de visión nocturna, el cual habría dificultado diferenciar las luces del avión con las de la ciudad.

También se comenta que la comunicación previa al accidente pudo haber sido defectuosa, esto debido a la actividad simultánea del micrófono en la cabina, pues cuando se presiona el botón para hablar no se pueden escuchar indicaciones.

En cuanto al controlador de tráfico aéreo, este tenía una experiencia de 10 años y la noche del accidente estaba realizando funciones combinadas, lo que no era habitual, pero fue aprobado por un supervisor.

The New York Times menciona que los investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) darán el reporte detallado de la investigación hasta el 2026.           

Facebook comments