México debe tener un marco normativo regulatorio y buscar alianzas con empresas internacionales expertas para poder contar con una producción de combustible de aviación sostenible (SAF), externó Laura García Chiquero, general manager de la Moeve en nuestro país.
Estos fueron dos consejos de los cuatro que dio la directiva de la empresa enfocada a la energía y movilidad sostenible durante una presentación que hizo en el ACI Airport Day Mexico que se llevó a cabo recientemente.
Los otros dos fueron garantizar el acceso a la materia prima, pues actualmente no existe un mercado en el que se regule la recogida de grasas o aceites usado, el bagaje de la caña de azúcar u otros materiales que se puedan usar para hacer este comburente y, finalmente, contar con un esquema de verificación que de fe de que lo que se produciría sea realmente SAF.
La semana pasada, Julio Díaz Cruz, vicepresidente del comité de sostenibilidad de la Cámara Nacional de Aerotransportes (CANAERO), comentó que el país podría estar produciendo SAF en el país para el 2030.
Por ello, ya se cuenta con una hoja de ruta en la que se plantean acciones como la investigación y desarrollo tecnológico, incentivos e instrumentos económicos y fiscales, el marco regulatorio y políticas de promoción, las reglas para instalar proyectos de infraestructura, requisitos y criterios de sostenibilidad que deben tener las materias primas para no afectar la soberanía alimentaria ni provocar impactos ambientales no deseados.
Este esfuerzo también va de la mano con el compromiso de México con CORSIA, programa de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para reducir las emisiones de la industria global y que incentiva el uso del SAF en vuelos internacionales. El objetivo es alcanzar las cero emisiones para el 2050.
“Consideramos que si México quiere cumplir esas metas internacionales sería más rápido y eficiente colaborar con compañías internacionales para avanzar”, comentó García Chiquero.
Moeve suministró 18,000 toneladas de SAF durante el 2024 y actualmente está construyendo una planta en Huelva, España, que espera estar lista en el 2026 y en la que se podrán hacer hasta 500,000 toneladas anuales de este combustible.
“Estamos convencidos que el SAF es una solución concreta, escalable y viable para descarbonizar el mundo de la aviación”, expuso.