México es el tercer mercado a nivel mundial en la aviación ejecutiva y es por ello que Aerocardal, proveedor chileno de servicios de ambulancia aérea, vuelos chárter y carga, busca introducir el turbohélice L 410NG, el cual es fabricado por la empresa checa OMNIPOL.
Desde el año pasado, Aerocardal mantiene una alianza con OMNIPOL para comercializar en Latinoamérica esta aeronave, que además de operar como jet ejecutivo, puede adaptarse para misiones militares, de rescate, transporte y servicios médicos, lo que incrementa significativamente su valor.
“Los mercados más importantes en Latinoamérica son Brasil y México. La apuesta es esa: México tiene mucha aviación ejecutiva, vuelos de punto a punto para los que un avión como este puede funcionar muy bien”, expresó Ricardo Real Ibar, CEO de Aerocardal, en entrevista para A21.
“Hay una necesidad importante en México de tener aviones de este tipo”, reiteró el directivo.
El L 410NG, versión mejorada del modelo L 410UVP-E20 lanzado a finales de los años 60, tiene capacidad para 19 personas (en su versión ejecutiva), puede cargar hasta 2,300 kilogramos, alcanzar una velocidad de vuelo de 417 kilómetros por hora, volar hasta 2,100 kilómetros entre seis y siete horas.
Real Ibar reveló que actualmente ya tienen un contacto en México mediante el cual buscan conectar con clientes así como buscar licitaciones militares, dado que la aeronave tiene la capacidad para funciones de seguridad.
“Es un avión multifunción, se puede usar como vuelo ejecutivo y te permite desde el punto de vista militar la vigilancia con cámara, paracaidismo, mover tropas y su configuración se puede cambiar en unos 75 minutos.
“No hay otro avión que te permite tener seis configuraciones distintas, este sí. Es un punto de anclaje para el mercado mexicano”, agregó.
El tiempo de entrega una vez realizado el pedido es de 14 a 18 meses y el costo de operación está alrededor de los 1,100 dólares por asiento.
“Una vez que se venda uno o más aviones lo que buscamos con estos socios estratégicos es que se habilite el servicio y mantenimiento inicial. Si hay una empresa grande que compre cinco o seis aviones seguramente tendrá su propio mantenimiento, pero si no lo tiene, la idea es tener un servicio local”, comentó el CEO de Aerocardal.
Toda una gama de productos
OMNIPOL no solo tiene como activo el L 410NG, parte de su modelo de negocio también incluye a ERA, división de seguridad que se encarga de desarrollar sistemas de vigilancia y reconocimiento con la capacidad de detectar e identificar objetivos aéreos, terrestres y navales. Sus aplicaciones pueden ser militares o civiles, como la gestión y control de tránsito aéreo.
MESIT es otra área que es parte de OMNIPOL y esta se encarga de la aviónica para las aeronaves. Radios encriptados, sistemas de intercomunicación, equipos de comunicación táctica para el campo de batalla, sistemas de medición de combustible y las tecnologías de deshielo son algunas de sus áreas de experiencia.
Más de 30 años de experiencia
Aerocardal vio la luz en 1990 en Chile y en sus inicios se enfocó a los vuelos chárter, pero con el tiempo amplió el negocio a evacuación aeromédica y construyó la primera terminal privada de pasajeros en el país sudamericano.
“Tenemos distintas líneas de negocio: 11 aeronaves propias, tanto aviones como helicópteros. Dentro de nuestra operación tenemos vuelos ejecutivos, aeromédicos, de carga, de mercancía peligrosa, somos los únicos que podemos hacer este último servicio en Chile”, comentó Ricardo Real Ibar, CEO de la empresa.
Aerocardal también tiene su área de administración y representación, servicios de mantenimiento y servicio postventa.
Además de Chile, cuenta con presencia en países como Brasil, Argentina, Ecuador y Colombia.