
El Gobierno Federal encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo recordó que desde 2014, en la administración del presidente Enrique Peña Nieto, la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes -hoy Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT)-, se había presentado “una evaluación técnica de en qué condiciones” estaba el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y en la que se hablaba de la saturación del mismo.
“De hecho, por eso se planteó que se necesitaba otro aeropuerto y en la época de (el presidente Vicente) Fox fue cuando iniciaron con lo de Texcoco; y después, Peña Nieto recuperó ese proyecto”, señaló la presidenta durante la conferencia matutina del pasado viernes.
“Y fíjense, dice… Que se analizaron todos los informes y estadísticas exhibidas por el órgano administrativo desconcentrado denominado Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, información de la que se observa que, en más de 52 ocasiones, en 2013, en determinadas horas las operaciones en el campo aéreo rebasaban el número máximo que puede ser atendido por hora”, comentó.
Ante esto, Sheinbaum Pardo expresó que ya había una saturación; había más vuelos de los que debería de haber en ciertas horas; por ello, prosiguió con la explicación: “declarar la saturación en el campo aéreo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez” en los horarios siguientes.
“La presente determinación surtirá efectos a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, cuyo costo deberá ser cubierto por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, S.A. de C.V.”, dijo.
Basado en este documento justificó el que hubiera otro aeropuerto, añadió, por lo que en la administración de Peña Nieto se tomó la decisión de que estuviera en Texcoco, lo que en ese momento se llamó el “Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.
La Jefa de Estado reiteró la razón por la cual su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, canceló el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) -en Texcoco-, y se decidió construir el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y ya en operación, decidieron trasladar las operaciones de carga, por decreto.
La Presidenta recordó que se inició con la construcción y que durante ese tiempo se dijo que avanzaría muy rápido, pero en realidad no fue así y el costo de ese aeropuerto era de más de 300 mil millones de pesos, precisó.
Por ello —añadió—, al inicio del gobierno del presidente López Obrador se realizó una consulta pública sobre los principales proyectos de infraestructura, en la cual se preguntó a la ciudadanía si el nuevo aeropuerto debía construirse en Texcoco o en Santa Lucía. La mayoría optó por Santa Lucía.
La decisión de construir en Santa Lucía —hoy Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)— no solo se basó en la consulta ciudadana, sino también en la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y en la falta de viabilidad de Texcoco como sitio de construcción, debido a los hundimientos del terreno. Además, se consideró que Texcoco es el principal punto de desalojo de aguas pluviales del Valle de México, una zona reconocida como área reguladora de las lluvias.
Reiteró que la decisión de cancelar el aeropuerto de Texcoco se tomó con base en criterios técnicos, y que a las empresas con contratos vigentes se les compensó mediante un esquema específico. Explicó que, tras la construcción e inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), solo una parte mínima de la operación del “Benito Juárez” se trasladó al nuevo aeropuerto, debido a consideraciones de las aerolíneas que, desde su perspectiva, no resultaban razonables.
Por eso, desde 2014 hay una declaración de la entonces SCT de saturación en un horario muy importante en el AICM. Por ello, aseveró se tomó la decisión de reducir los slots con base en la seguridad de los viajeros y la necesidad de utilizar el aeropuerto que ya estaba construido.
Y entonces, se tomó la decisión de enviar la carga, en un decreto en el 2023, basado en decisiones técnicas; y respondió, con esto, a las críticas que habían sido decisiones subjetivas y políticas, y no, dijo, fueron decisiones técnicas de la SICT.
Puntualizó que la decisión fue por medidas de protección civil y que las aerolíneas de carga que operan en el AIFA y que funcionan adecuadamente.Por ello, subrayó que el anular el decreto del 2023 llevaría problemas nuevamente de seguridad al AICM.
“Creemos que con el gobierno de los Estados Unidos vamos a llegar a un reconocimiento de esta situación y a un acuerdo y reiteró que no entiende la decisión del Departamento del Transporte de Estados Unidos (DOT) de las medidas anunciadas la semana pasada de suspender 13 vuelos hacia Estados Unidos desde el AIFA, así como restringir los vuelos de carga en la panza de los aviones que salen del AICM.
“Pero, como siempre, vamos a buscar el diálogo para resolverlo, y no poner en riesgo ni a los usuarios ni a la operación del propio Aeropuerto de la Ciudad de México”, externó.
Claudia Sheinbaum sostuvo que no creen que se haya afectado la competencia de las líneas aéreas estadounidenses, no lo creemos.
“Y las propias líneas mexicanas hicieron un acuerdo para distribuir de mejor manera lo que se llaman los slots, que son finalmente el número de vuelos que hay de las distintas líneas aéreas.
“Entonces, nosotros estamos de acuerdo en que no se favorezca a ninguna línea aérea en el marco de la competencia y de los acuerdos comerciales; pero en lo que no estamos de acuerdo es que se ponga en riesgo a los usuarios; y que, además, inversiones que ya hicieron las propias líneas que se dedican a la carga en el AIFA tenga un retroceso”, dijo.
Finalmente confió en que este tema no tenga un fondo, ni político ni de apoyo a alguna otra empresa estadounidense, el marco de lo que se está definiendo para México, y confiamos en que vamos a llegar a un acuerdo pronto.
Reunión con directivos de aerolíneas
La tarde de ese viernes en Palacio Nacional, la mandataria se reunió con los directivos de Aeroméxico, Viva y Volaris, así como con los directivos del AICM y AIFA, los secretarios de la Defensa, Marina y Relaciones Internacionales.
A su salida, no quisieron emitir algún comentario sobre lo platicado con la Presidenta de la República.







