En estos momentos pareciera un poco extraño hablar de las controversias comerciales en la fabricación de aviones a nivel mundial. Sin embargo, todavía siguen vigentes las disputas comerciales entre Airbus y Boeing y entre Bombardier y Embraer, empresas que llevan procesos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), las cuales apenas van resolviéndose, en medio aún de la pandemia y de la crisis económica más grande que ha experimentado la industria de la aviación mundial.
El pasado mes de julio, Airbus puso punto final al litigio en torno al mecanismo de financiamiento conocido como Contrato de Inversión de Lanzamiento Reembolsable (Repayable Launch Investment o RLI), que países de la Unión Europea otorgaron a la armadora con sede en Toulouse, Francia, para la fabricación de los modelos Airbus 350 y 380.
Este tipo de mecanismo, el RLI, es utilizado para invertir en el desarrollo de modelos nuevos donde se incorporan tecnologías innovadoras, muchas de las cuales apoyan al medio ambiente, pero que son interpretados como subsidios, lo cual es punible dentro de las normas de la OMC pues se parte de la idea de que estos apoyos sacan del mercado a los competidores, los cuales tienen que asumir sus propios costos de innovación y repercutirlos en precios a los clientes, en este caso las aerolíneas.
Dichos RLI´s provocaron que hace 15 años Estados Unidos impusiera un arancel a los aviones de Airbus adquiridos por operadores estadounidenses e interpusiera una disputa en contra de la Unión Europa ante la OMC. Si en tiempos normales dichos aranceles implicaban un quebranto para las propias empresas de Estados Unidos, en este momento resultan prohibitivos y desde marzo pasado el arancel pasó del 10 al 15%, lo que pega directamente a la economía de las empresas, sobre todo en este momento en que la pandemia ha golpeado a las aerolíneas directa e inmisericordemente.
La cosa no terminó ahí, ya que la OMC señaló que el gobierno de Estados Unidos también subsidiaba a Boeing, lo que autorizaba a la Unión Europea a imponer a su vez, aranceles a los aviones de esta armadora, incluidos los modelos 737 MAX, 787 Dreamliner y 777X.
Estos ejemplos muestran que los subsidios, o apoyos o certificados o como se llamen, son parte de los usos y costumbres que tienen los países para impulsar a sus sectores punta. Muchas inversiones no se harían si los gobiernos no pensaran hacia adelante para que sus países se coloquen a la vanguardia y puedan desarrollar sus ventajas competitivas con la idea de competir de forma más eficiente.
Airbus dio un paso final para eliminar el último punto conflictivo y modificar los contratos franceses y españoles, con la idea de anular los obstáculos que impiden la reactivación económica, ya que el momento que vive la aviación obliga a que las disputas comerciales pasen a segundo término y todas las naciones, en pleno, se aboquen a garantizar la viabilidad de la industria que mueve, a su vez, al comercio y al turismo, los principales motores de la economía global.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables, resarcirle a los trabajadores su patrimonio y dejar de culparlos por el quebranto.
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