La tasa de crecimiento del transporte aéreo se ha sostenido constantemente en ascenso desde hace algunos años. De acuerdo a las estimaciones de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), en menos de 20 años el número de pasajeros transportados será casi el doble de los que ahora se mueven vía aérea y andará rondando los 7,000 millones de viajeros por año.
Obvio es que para esa cantidad de pasajeros harán falta suficientes aeronaves, por lo que armadoras como Airbus calculan que en los siguientes 20 años se requerirán casi 35 mil aeronaves de pasajeros y unas 730 de carga. Y como consecuencia, harán falta unos 500 mil pilotos, de los cuales al menos 45 mil serán necesarios en América Latina, lo que implica que cada año se requerirán alrededor de 2 mil 300.
Ya desde hace tiempo que los pilotos aviadores han insistido en la necesidad de formar más profesionales para hacer frente a las necesidades futuras. Se calcula que actualmente egresan de los centros de instrucción nacionales unos 450 pilotos, no todos ingresan a la aviación comercial y no todos se quedan en la industria, además de que no todos son mexicanos. Esto nos abre grandes oportunidades en este rubro de la formación de pilotos.
Lejos de acudir a medidas como la de modificar la Constitución para que puedan volar tripulantes extranjeros en México, lo que necesitamos hacer es formar buenos y suficientes pilotos que en el futuro se queden a trabajar aquí ganando salarios acordes con sus capacidades y desempeño.
En el pasado, México tuvo gran capacidad de formar pilotos en sus diversas escuelas, como el Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil (CIAAC), que hoy debiera renovar su vocación y aprovechar las nuevas instalaciones de simuladores que hay tanto en el Centro de Instrucción de ASA (CIIASA) como en otros sitios.
En ese sentido, es muy loable lo que está haciendo el Capitán René Saldaña, piloto retirado de Aeroméxico, quien junto con su hijo del mismo nombre acaba de remodelar su centro de Instrucción, el Pro Flight Sim Training Center (From the Cockpit), situado al sur de la Ciudad de México, y que cuenta con un moderno simulador A-320 de fabricación alemana.
Este centro está en proceso para certificarse como Organismo de Instrucción Reconocida (OIR), una forma de llamar ahora a los Centros de Instrucción y Adiestramiento para tripulantes. Este trámite toma algunos meses pero su mira es de largo plazo, ya que para ello cuentan con instalaciones que les permitirán tener varios simuladores, aunque por el momento sólo tengan uno.
Este aparato permite dar adiestramiento FTD (Fix Training Device) que es la primera parte del adiestramiento completo antes de pasar al FFS (Full Flight) de sesiones de simulador. Pero dar este tipo de adiestramiento le permitiría a otros centros (como el que posee Airbus en las instalaciones del CIIASA), optimizar sus horas de vuelo, las cuales están tan demandadas que ya se planea instalar otros dos simuladores, según nos comentaron directivos de la armadora europea.
Mientras eso ocurre, este centro de instrucción privado da servicio a jóvenes pilotos que quieren prepararse para sus exámenes y tiene la opción de utilizar horas de simulador con fines recreativos para los amantes de la aviación, una actividad que se ha vuelto bastante popular en los últimos tiempos. En espera de su certificación, From the Cockpit se vislumbra como una excelente oportunidad para formar más profesionales del vuelo.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: raviles0829@gmail.com; twitter: @charoaviles
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