El “dictamen preliminar” sobre los slots del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) difundió la semana pasada es, además de un largo camino a una conclusión previamente determinada, un ejemplo de lo que puede hacer una dependencia investida de autoridad sin que ni los argumentos técnicos ni la razón tengan derecho a defensa. El peor de los mundos posibles.
Pero vayamos a lo técnico: la configuración de las pistas del AICM, con la separación actual y tomando en cuenta todas sus características, permite manejar en CONDICIONES ÓPTIMAS hasta 61 slots por hora.
Como las horas normales de operación son aproximadamente 18 (de 6 de la mañana a 12 de la noche) tenemos un total de 1,098 slots SIEMPRE Y CUANDO haya condiciones óptimas, es decir, que no se tenga ningún contratiempo ni operacional ni meteorológico.
Debido a la saturación, hay veces que se manejan más de 61 operaciones por hora, pero esto no siempre es posible. Muchas veces son menos. Además, no hay que olvidar que el número de entradas está más limitado en razón de las restricciones de los procedimiento de aproximación que no permiten más que un solo corredor y con separaciones muy estrictas por seguridad, mientras que en salidas es posible tener más flexibilidad y darles rumbos diferentes a los aviones que despegan.
En ese sentido, la afirmación de que en 2014 más de 115 mil vuelos no operaron conforme a sus tiempos asignados, “es decir, más de 300 vuelos diarios en promedio operaron fuera de su horario”, es una afirmación tramposa porque no informa nada.
No explica las causas de los retrasos o cancelaciones, ni define cuántos slots no se usan y cuántos se utilizan más tarde.
Hasta ahora sólo ha logrado confundir a algunos diputados bocapronta que se rasgan las vestiduras por 300 slots “desperdiciados” (o sea ¡5 horas continuas! que sólo existen en su imaginación). Pero en este caso, no tiene la culpa el indio (panista) sino el que lo hace compadre (Mena).
Por otra parte, la Cofece repite sus mismos mantras al infinito: según ellos es la falta de competencia la que determina mayores precios. Se ve que nunca han estudiado mercados de los Estados Unidos. En el prontuario “Mil rutas” del DOT se aprecia cómo las tarifas bajas no las logra el número de competidores en el mercado, sino el tamaño del mismo, es decir: entre más pasajeros hay, las tarifas son más bajas, sin importar cuántos competidores haya en la misma ruta.
En el colmo del perogrullismo, el Señor Mena dice: “En los últimos años ha sido prácticamente nula la expansión de rutas desde y hacia el Aeropuerto”… Pues claro: lo primero que deben saber estos expertos es que en los últimos cinco años las empresas nuevas se quedaron con las rutas y slots de Mexicana, Aviacsa y demás. No son nuevas, son las mismas rutas voladas por otras empresas. Y, por supuesto, no habrá nuevas rutas porque el AICM está saturado hasta que se inaugure el nuevo aeropuerto.
Falta aún hablar del modelo hub que parecen no conocer estos amigos, y de las reglas IATA adoptadas ya por el AICM y que aseguran una excelente operación equilibrada sin necesidad de inventar el hilo negro. Pero, eso lo reservamos para seguir comentando en el futuro.
Lo oí en 123.45: Algo tendrá la palabra neoliberal que quienes se sientes aludidos se dan también por insultados, ¿por qué será? Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio
raviles_2@prodigy.net.mx
Twitter: @charoaviles
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