Los problemas de aviación que sufre nuestro país son muy añejos, no son ni de este sexenio ni de hace varios; deberían haberse arreglado, eso es cierto, pero quizá quienes nos dedicamos de alguna forma a esta industria debemos seguir insistiendo e insistiendo en hacernos oír. La aviación sigue caminando, las líneas aéreas siguen volando, están incrementando sus rutas, los números indican esto, los prestadores de servicio, como Seneam siguen trabajando de acuerdo al servicio requerido, los técnicos siguen arreglando aviones, los pilotos siguen volando, los sindicatos de aviación siguen velando por los intereses de cada uno de los agremiados. Por supuesto que podemos mejorar, y, no solo eso, debemos mejorar y buscar las acciones que nos permitan contar con una mejor aviación.
Estamos frente a un cambio de gobierno muy reñido, por cierto, independientemente de esto la aviación debe seguir y seguirá, las líneas aéreas seguirán ofertando vuelos, los controladores aéreos seguirán haciendo su labor de controlar todas las operaciones aéreas, los sindicatos seguirán protegiendo los derechos sindicales de los pilotos, sobrecargos y personal técnico para que todo marche bien. Los temas de seguridad operacional, así como los de seguridad en la aviación se tendrán que atender suceda lo que suceda con la cuestión política del país. Las renovaciones de flota de las empresas seguirán su marcha esté quien esté en el gobierno, las políticas generales de la industria aeronáutica no se modificarán a pesar de los pesares, con esto quiero decir que los temas de nuestra industria deben estar “vacunados” contra política y políticos, si se me permite el término.
Es por todos sabido que la política aeronáutica no está del todo clara y faltan muchos puntos que aclarar, hasta presentarse como muy confusa en algunos casos. Tenemos todo para desarrollar una aviación adecuada al país que queremos. Contamos con grupos colegiados, incipientes y con mucho tiempo de tratar los temas aeronáuticos, tenemos la capacidad de reunirnos, trabajar en una agenda acorde a los tiempos actuales y las necesidades y, sobre todo, hacernos oír para, entre todos lograr que los temas aeronáuticos sean atendidos con oportunidad y por las personas adecuadas. No creo que sea tan complejo revisar lo que tenemos en el medio acerca de la política aeronáutica y qué le podemos añadir o corregir es cuestión de ponernos a trabajar y, estoy seguro de que lograremos mucho, el país nos lo agradecerá.
Los protagonistas de la industria aeronáutica somos los mismos y solo es cuestión de revisar los roles, los alcances y ponernos a trabajar, desde el punto de vista política podemos lograr mucho, sabiendo que es lo que tenemos que hacer, trazar un plan para iniciar cuanto antes los cambios o los reforzamientos de proyectos y obtener mejores resultados. De nada debemos preocuparnos, sino más bien, ocuparnos de hacer de nuestra aviación una que satisfaga las necesidades de todos los sectores y coadyuve con el desarrollo de nuestra nación. Debemos hacer todo lo posible para inmunizar las actividades aéreas y que no se privilegie lo político sobre lo técnico, así es como lograremos tener una gran aviación. Realmente hay muy pocas cosas nuevas porque las necesidades en aviación son, prácticamente, las mismas, quizá lo que deberíamos hacer sería actualizar las que tenemos y replantear las posibles soluciones. Algo que es imperativo hacer es buscar cómo obtener mayor cantidad de recursos porque nadie puede negar que para todo esto es necesario contar con presupuestos que no dependan de decisiones de gente que no sabe o no entiende lo prioritario que es la aviación.
¿Qué necesitamos cambiar? Es una pregunta que debemos hacernos todos quienes de una forma u otra tenemos que ver con esta industria, aquí se mueven grandes cantidades de dinero y el trabajo requiere hacerse con mucho cuidado, un error puede significar muchos miles de millones de pesos y quizá el cierre de una empresa. Es muy importante que los técnicos hagamos saber a los empresarios y a los políticos las necesidades que la industria de la aviación requiere para trabajar adecuadamente, y manteniendo los rangos de seguridad expresados en los documentos emitidos por los organismos pertinentes. Haya cambio de gobierno o no la aviación debe seguir y seguirá, la aviación no distingue colores de partidos, cuando se ha tratado de cambiar cuestiones aeronáuticas el costo por no saber y tomar decisiones cuesta mucho dinero y tiempo. El gobierno recién decidido por las mayorías debe enterarse de lo que, de manera colegiada, nuestra industria necesita, esto es algo que nunca deberíamos olvidar.
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