El pasado 4 de agosto la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) cumplió 66 años de vida cuidando y mejorando las condiciones laborales y profesionales de los pilotos comerciales de aerolíneas con contrato colectivo.
ASPA ha tenido como principios elementales, desde su primer día de registro, su vocación democrática inquebrantable y la unidad de todos sus miembros siendo esto una invaluable herencia de nuestros pilotos fundadores.
Tuve la fortuna y privilegio de pertenecer al sindicato por 40 años y he sido testigo de muchas de sus batallas; algunas se ganaron, otras se perdieron y muchas por cierto, resultaron ser muy difíciles y dolorosas.
Durante sus 66 años de vida ASPA ha tenido descensos a profundos valles y también ha podido alcanzar muchas cumbres doradas, pero en todo momento ha ido escribiendo una historia de esfuerzo que ha mejorado las condiciones de trabajo de muchas generaciones de pilotos comerciales Mexicanos.
La Asociación siempre ha sido un sindicato comprometido también con otro principio importante que es el constante apoyo a las aerolíneas contratantes y con esto, la preservación de las fuentes de trabajo, siendo el equilibrio necesario para garantizar las justas condiciones laborales para los pilotos y el desarrollo de nuestras líneas aéreas.
En los últimos años ASPA ha debido enfrentar problemas externos que tienen que ver con las políticas gubernamentales, por un lado, y por el otro, todos los derivados por las secuelas de la epidemia COVID que llevó a Aeroméxico, al igual que a muchas aerolíneas en el mundo, a los límites de quiebras y desapariciones.
Con el apoyo de sus trabajadores Aeroméxico logró pasar los requisitos impuestos por un Juez Federal de Estados Unidos cuando la empresa se vio obligada a acudir al capítulo 11 de la ley de quiebras.
En el caso de los pilotos, ASPA apoyó de muchas maneras sacrificando importantes condiciones laborales y económicas logradas en años de relación contractual para poder garantizar la viabilidad y desarrollo futuro de la aerolínea Bandera de México.
Las cosas salieron bien, hoy Aeroméxico ha dejado atrás el golpe de la pandemia y se encuentra en plena recuperación, aumentando y modernizando su flota de aeronaves, mejorando sus finanzas, reabriendo rutas internacionales muy importantes y más frecuencias, además de mantener contrataciones de profesionales en todas las areas como no lo había hecho nunca.
El Secretario General de ASPA recién elegido, el Cap. Jesús Ortiz Alvarez, a quien deseó éxito en su gestión, se ha comprometido a velar por el bienestar laboral y profesional de los pilotos miembros y tiene un trabajo importante que cumplir en los próximos tres años.
Desde luego que es un trabajo que no podría hacer sin el apoyo de los pilotos y consiste primero en recuperar para todos los miembros las condiciones laborales pre pandemia manteniendo la unidad interna, que es lo que le da fuerza a nuestra asociación, al mismo tiempo en que encuentra todos los caminos posibles para seguir apoyando el crecimiento de las fuentes de trabajo.
Las nuevas generaciones de pilotos de ASPA tienen hoy un gran compromiso y una enorme responsabilidad y deben seguir manteniendo los principios de unidad y democracia que han caracterizado a la Asociación desde 1958.
Vivimos tiempos difíciles y hoy más que nunca los pilotos miembros del sindicato deben ser participativos y proactivos, imaginativos y conscientes de lo que tienen en las manos.
Deben ser ejemplo de unidad interna, de lealtad a la Institución, de responsabilidad laboral y profesional para mantener un nombre y un un sindicato que ha pesar de sus imperfecciones ha costado muchas batallas construir.
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