La reciente inauguración del nuevo aeropuerto Jorge Chávez, que elevará su capacidad operativa de 35 a 52 movimientos por hora en diciembre y eventualmente hasta 70, ha sido celebrada como un paso clave para la aviación peruana. Sin embargo, persisten importantes brechas en la infraestructura aeroportuaria regional que impiden el crecimiento sostenido del sector, afirmó José Raúl Vargas, gerente general de SKY Airline en Perú.
“Modernizar aeropuertos regionales no significa sólo construir pistas más largas o terminales más grandes. Implica diseñar un plan maestro que incorpore sostenibilidad, innovación tecnológica, conectividad y estándares de servicio”, agregó.
En una columna para el diario El Comercio, el directivo indicó que según datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la aviación contribuye anualmente con 6,200 millones de dólares (mdd) al producto interno bruto (PIB) nacional. No obstante, para ampliar ese impacto, la red aeroportuaria en las provincias debe responder a la creciente demanda de pasajeros, rutas y operaciones.
El potencial del turismo, una de las principales promesas de desarrollo descentralizado en el país, sigue atado a infraestructuras que en muchos casos se encuentran saturadas, obsoletas o sujetas a procesos interminables de rehabilitación. Casos como el del aeropuerto de Chinchero, que acumula más de seis años sin avances significativos, o las demoras en las ampliaciones de terminales como Chiclayo y Piura, reflejan la necesidad de acelerar los cronogramas de ejecución.
En este contexto, José Raúl Vargas indicó que el reciente anuncio de ProInversión sobre la licitación del tercer grupo de aeropuertos en siete regiones representa una oportunidad para revertir el rezago.
“La inclusión del aeropuerto de Chinchero en esta nueva etapa sería determinante para agilizar su construcción y evitar repetir errores administrativos que han entorpecido su avance”, aseveró.
Añadió que el modelo actual de concesiones cofinanciadas ha generado cuellos de botella que, en lugar de facilitar la participación del sector privado, han terminado por limitarla. Esto ha llevado a cuestionar la eficacia de los esquemas vigentes y ha puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar las capacidades técnicas de las entidades públicas encargadas de ejecutar o supervisar los proyectos.
Hoy, más del 99% de los vuelos internacionales llegan o salen exclusivamente desde Lima, una concentración que limita la conectividad territorial del país. La modernización de aeropuertos regionales debería enfocarse no solo en el transporte de pasajeros, sino también en fomentar el comercio, la educación, la salud y la inversión local.
“Impulsar una red aeroportuaria eficiente, sostenible y moderna permitirá al Perú diversificar su conectividad aérea, desconcentrar la actividad turística y comercial, y generar oportunidades de desarrollo más equitativas. La transformación de la aviación no puede esperar más; requiere decisiones firmes, visión de largo plazo y una ejecución que esté a la altura de las necesidades del país”, concluyó.