Tony Cheng, reportero británico de la televisora estatal china CGTN, y su colega alemán, Florian Witulski, fueron detenidos la noche de este lunes en el aeropuerto internacional Suvarnabhumi de Bangkok, debido a que transportaban chalecos antibalas en su equipaje, informó el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el organismo, la ley tailandesa considera estos artículos como “armas militares” y su portador requiere de una licencia emitida por el gobierno.
Cheng y Witulski se dirigían a la ciudad iraquí de Mosul para hacer la cobertura de eventos bélicos –que ambos habían realizado en anteriores ocasiones–, y hacían una escala en Bangkok cuando ocurrió su detención.
Los periodistas fueron liberados tras pagar una fianza, pero aún deben enfrentar el juicio por violación a la Ley de Control de Armas. Según medios internacionales, a Cheng le fue retenido su pasaporte y debió pagar una multa de casi 3 mil dólares para su liberación.
De ser hallados culpables, los periodistas enfrentarían una sentencia de hasta 5 años en prisión.
El propio reportero informó de su detención en su cuenta de Twitter:
“Detenido en el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok por tratar de llevar protección corporal a Irak… (Tailandia): tierra de sonrisas y dudosa aplicación de la ley”.
Currently detained at suvarnabhumi airport in Bangkok for trying to taking body armor to Iraq…Land of Smiles and dubious law enforcement..
— Tony (@TLCBkk) May 29, 2017
Ante esta situación, el CPJ exhortó al gobierno tailandés a desestimar los cargos y promover reformas a la ley para permitir a los periodistas portar equipo para su salvaguarda sin riesgo a ser acusados de delitos graves.
A este llamado se sumó el Club de Corresponsales Extranjeros de Tailandia, quienes señalaron en un comunicado que la intención de Cheng era usar su chaleco antibalas fuera del país, por lo que “no representa una amenaza a la seguridad nacional”.
Ambos organismos señalaron como antecedente el caso de Antony Kwan, fotoperiodista de Hong Kong a quien le fueron levantados cargos similares en 2015 y fue absuelto en 2016.
