
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ahora restringió operaciones de aviación ejecutiva en 12 aeropuertos principales del país debido a la escasez de controladores de tránsito aéreo por el cierre de Gobierno que vive el país desde el 1 de octubre.
La semana pasada el regulador ordenó una reducción de hasta 10% de vuelos en 40 terminales del país, cifra que podría aumentar a un 20% si se extiende el cierre, advirtió el mismo secretario de Transporte, Sean Duffy.
La directiva contra la aviación ejecutiva comenzó este 11 de noviembre y prohíbe la mayoría de los vuelos privados y no regulares en aeropuertos que ya enfrentan reducciones de capacidad para aerolíneas comerciales.
Las terminales afectadas son O’Hare en Chicago, Dallas/Fort Worth, Denver, Boston, George Bush en Houston, Atlanta, Los Ángeles, Phoenix, Ronald Reagan en Washington, Seattle y JFK y Newark en el área de Nueva York.
Por su parte, la Asociación Nacional de Aviación Empresarial (NBAA) afirmó que los nuevos límites “prohibirán efectivamente las operaciones de aviación ejecutiva” en los 12 aeropuertos, afectando de manera desproporcionada al sector de aviación general, que sostiene más de un millón de empleos en Estados Unidos y aporta alrededor de 340 mil millones de dólares (mdd) a la economía cada año.
La orden permite vuelos médicos de emergencia, operaciones policiales, misiones de extinción de incendios y vuelos militares, o cuando sean autorizados expresamente por la FAA.
Este domingo el Senado avanzó con una legislación bipartidista para financiar al gobierno y mediante la cual se podría terminar el cierre, pero de momento no hay fecha para concretar el tema.







