
La Administración Federal de Aviación (FAA) emitió este sábado una orden para que los aviones McDonnell Douglas MD-11 no sean operados hasta realizar inspecciones adicionales, medida tomada tras el accidente mortal de UPS en Kentucky.
Dicha empresa de carga, al igual que FedEx, ya habían anunciado el viernes que inmovilizaron sus flotas de MD-11 “por precaución”, luego de que el martes 4 el motor izquierdo de un avión de UPS se desprendiera durante el despegue, provocando la muerte de 14 personas.
“Esta condición podría derivar en la pérdida de vuelos y aterrizajes seguros, el problema probablemente existe o podría desarrollarse en otros productos del mismo diseño”, indicó la FAA.
Los MD-11 representan aproximadamente el 9% de la flota aérea de UPS y el 4% de la de FedEx, de acuerdo a la información dada por ambas compañías.
“Tomamos esta decisión de manera proactiva siguiendo la recomendación del fabricante. Nada es más importante para nosotros que la seguridad de nuestros empleados y las comunidades a las que servimos”, agregó UPS.
Boeing, que se fusionó con McDonnell Douglas en 1997, recomendó a los operadores de los MD-11 Freighter el suspender las operaciones de vuelo mientras se realiza un análisis de ingeniería adicional.
Según Cirium, Western Global Airlines es la otra aerolínea de carga estadounidense que opera MD-11.
El avión siniestrado de UPS, fabricado en 1991, estaba casi en el aire cuando una alarma comenzó a sonar en la cabina, explicó Todd Inman, miembro de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), el viernes.
Durante 25 segundos, la campana siguió sonando mientras los pilotos intentaban controlar el avión, que apenas se elevó de la pista con el ala izquierda en llamas y sin motor, antes de estrellarse contra el suelo en una enorme bola de fuego.
Los registros de vuelo indican que el MD-11 de UPS había estado en mantenimiento en San Antonio durante más de un mes hasta mediados de octubre, aunque no está claro qué tipo de trabajos se realizaron.







