La red de vigilancia aérea en las Islas Canarias se reforzó con la incorporación del primer radar primario tridimensional (3D) en la región, una iniciativa liderada por la operadora aeroportuaria española ENAIRE. Con esta instalación, se amplía la capacidad de seguimiento de aeronaves en una zona estratégica para el tránsito aéreo internacional.
El radar permite conocer con exactitud la ubicación de los vuelos en azimut, distancia y altitud, lo que mejora la gestión del tráfico en un espacio aéreo caracterizado por la convergencia de múltiples rutas entre Europa, África y América.
Esta herramienta tecnológica alcanza una cobertura de hasta 100 millas náuticas, lo que equivale a unos 185 kilómetros.
Una de sus funciones destacadas es su capacidad para operar en entornos donde existen interferencias, como zonas con parques eólicos, gracias a su sistema de mitigación de señales no deseadas. Esta ventaja técnica reduce las falsas alarmas y permite una detección más precisa, incluso en condiciones complejas.
El proyecto es financiado con recursos provenientes de fondos europeos, que respaldan inversiones en sistemas modernos y eficientes. ENAIRE busca con esta acción fortalecer su infraestructura en el archipiélago, donde el tráfico aéreo exige altos niveles de vigilancia para mantener la seguridad en las operaciones.