La agencia de calificación crediticia Kroll Bond Rating Agency (KBRA) informó que los aranceles sobre acero, aluminio y bienes procedentes de Canadá, México y China incrementarán los costos de producción de aeronaves y componentes, con un aumento estimado de hasta 5 mil millones de dólares (mdd) anuales para la industria aeroespacial estadounidense.
Tras la publicación de un informe en el que analiza el impacto potencial de las tensiones comerciales y los aranceles sobre la industria de la aviación, añadió que la cadena de suministro global, altamente compleja y dependiente de proveedores especializados y regulados, se verá afectada por las tarifas debido al cruce múltiple de componentes entre fronteras.
De esta manera, el precio de las aeronaves podría incrementarse más de un 10%, costos que probablemente serán trasladados a las aerolíneas y, en última instancia, a los pasajeros. En particular, los aranceles del 25% sobre aviones Airbus afectarían de forma desproporcionada a las aerolíneas estadounidenses.
La calificadora afirmó que la incertidumbre económica generada por los aranceles ha debilitado la confianza de consumidores y empresas, provocando una caída en la demanda de viajes tanto nacionales como internacionales. Las principales aerolíneas estadounidenses han reportado una disminución en reservas y revisiones a la baja en sus proyecciones de ingresos.
El comercio aéreo de carga también se ve afectado, con cambios en los corredores comerciales, demoras aduaneras y reducción en volúmenes de intercambio. Esto tiene efectos indirectos en el comercio electrónico, el cual experimenta una desaceleración debido al debilitamiento del consumo.
De esta manera, los aranceles impuestos de 25% para socios comerciales clave como Canadá y México, y hasta 145% para productos provenientes de China, además de un arancel base del 10% para la mayoría de los demás países han introducido un nivel de incertidumbre sin precedentes y aumentos en los costos operativos en toda la cadena de suministro aeronáutica.
KBRA aseguró que el sector aeroespacial estadounidense, que tradicionalmente ha sido un exportador neto, corre el riesgo de perder competitividad internacional, especialmente Boeing, que podría verse más afectado que Airbus.
En general, la escalada de aranceles y guerras comerciales podría derivar en una desaceleración económica global, con consecuencias negativas adicionales para el crecimiento de la aviación.