Santiago Paredes, exdirector de calidad de Spirit AeroSystems, y ahora denunciante de defectos de calidad, señaló que los fuselajes del 737 MAX fabricados en la empresa mencionada, fueron enviados a Boeing con defectos graves.
Paredes, quien trabajó para Spirit AeroSystems entre 2010 y 2022, dijo a la BBC y CBS News en una entrevista que encontró “entre 50 y 200” defectos (algunos más graves que otros) en fuselajes que se estaban preparando para ser enviados a Boeing.
“Encontré muchos sujetadores faltantes, muchas piezas dobladas, a veces incluso piezas faltantes”, dijo Paredes durante su entrevista. Afirmó que se sentía presionado a ser menos minucioso con sus inspecciones.
“Solo querían que se enviara el producto. No se centraron en las consecuencias del envío de fuselajes defectuosos. Sólo estaban enfocados en cumplir las cuotas, cumplir el cronograma y cumplir el presupuesto. Si los números lucían bien, el estado de los fuselajes realmente no importaba”, afirmó Paredes.
También le dijo a CBS que durante su estancia en las instalaciones de Spirit en Wichita, Kansas, a menudo encontraba problemas alrededor del mismo tapón de la puerta del avión que se separó de un avión 737 MAX 8 de Alaska Airlines el 5 de enero de 2024.
“Trabajando en Spirit, casi me dio miedo volar. Sabiendo lo que sé sobre los 737, me resulta muy incómodo volar en uno de ellos”, dijo Paredes a NBC.
En su entrevista, Paredes alegó que Boeing sabía que Spirit enviaba fuselajes con defectos.
Según la BBC, uno de sus superiores finalmente le dijo a Paredes que modificara la forma en que informaba los defectos, reduciendo así el número total. Después de objetar, el ex aviador de la Fuerza Aérea de EU fue degradado y reubicado en otra área de la fábrica.
Posteriormente, Paredes fue reintegrado luego de presentar una “denuncia de ética” ante Spirit, la cual fue parcialmente confirmada. Escribió en un correo electrónico al director ejecutivo de Spirit, Tom Gentile, en ese momento y dijo: “He perdido la fe en la organización de calidad aquí en Spirit y este es mi último grito de ayuda”.
A pesar de haber sido reintegrado a su rol de liderazgo, Paredes, quien ahora dice que se muestra reacio a volar en un 737 MAX, decidió dejar Spirit.
Por su parte, Spirit le dijo a la BBC que estaba “totalmente en desacuerdo” con las acusaciones, mientras que Boeing le dijo a CBS que desde hacía mucho tiempo tenía un equipo que encuentra y repara defectos en los fuselajes que llegan desde Spirit.
