El fabricante canadiense Bombardier finalizó el acuerdo para vender su programa CRJ a Mitsubishi Heavy Industries (MHI) por 550 millones de dólares, lo que saca a la compañía de la aviación comercial después de tres décadas.
Así, a través de esta venta MHI consigue las actividades de mantenimiento, soporte, renovación, comercialización y ventas para la serie, incluidos sus servicios relacionados y la red de soporte (en Montreal, Quebec, Toronto y Ontario, Canadá), así como sus centros de servicio (Bridgeport, West Virginia y Tucson, Arizona).
El acuerdo indica que la participación neta de Bombardier en el Programa Regional de Titulización de Aeronaves (RASPRO), que tiene un valor de 170 millones de dólares, también se transfirió a Mitsubishi.
Cabe señalar que Bombardier aseguró que mantendrá suministrando componentes y ensamblará los 15 aviones restantes de su libro de pedidos, lo que se concretaría en una fecha estimada de finales de 2020.
Actualmente el fabricante canadiense adeuda más de nueve mil millones de dólares y presenta una caída de la demanda de pedidos de aviones, tras esta emergencia sanitaria.
Ante esto, la venta propiciaría que Bombardier se enfoque en la producción de jets privados, a medida que la producción aumenta debido a la pandemia CVOID-19.
