Trasladar personas a lugares lejanos en tiempos reducidos es la meta de la aviación no sólo en nuestro país sino alrededor del mundo. Alcanzar dicha meta tiene consecuencias positivas en el incremento del capital humano y la ayuda humanitaria.
En el reporte Aviation Benefits, elaborado por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), se apunta que el sector aéreo internacional posibilita mejorar la calidad de vida de las personas, a través de diferentes acciones que tienen un impacto en la cotidianidad.
El desplazamiento masivo de personas ha contribuido al crecimiento del capital humano a nivel global ya que cada vez más personas viajan, específicamente los estudiantes, quienes lo hacen por placer o para estudiar en el extranjero.
Se estima que en el año 2000 más de 2.1 millones de estudiantes realizaron estudios fuera de su país. Esta cifra ascendió a 4.6 millones para el año 2015, de acuerdo con las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Las estadísticas de la UNESCO también revelan que el mayor flujo de estudiantes de intercambio proviene del continente asiático, y la gran parte de ellos viaja a países anglosajones y europeos.
Asimismo, un gran porcentaje de trabajadores ha migrado a otros países. Aproximadamente, 4.4 por ciento de la población económicamente activa en el mundo es migrante, y uno de cada seis trabajadores de países desarrollados ha viajado, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (ILO, por sus siglas en inglés).
No sobra decir que esas cifras habrían sido inalcanzables sin la reciente accesibilidad de viajar por avión.
La ayuda humanitaria llega del cielo
Por otro lado, los aviones han jugado un papel principal para desplazar ayuda humanitaria a lugares que pueden ser muy difíciles de acceder por vías terrestres. En semanas recientes varios países enviaron insumos vitales, equipos especiales y otros objetos a las zonas devastadas por desastres naturales, incluyendo Estados Unidos, Panamá, Puerto Rico y México.
Cabe destacar que el Programa Mundial Alimenticio de las Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés) transportó por vías aéreas más de 62.5 mil toneladas de comida a víctimas de inundaciones, conflictos y epidemias en el año 2015.
Otro caso significativo de esta tendencia lo llevó a cabo la compañía de paquetería UPS: transportó más de 375 mil vacunas contra la influenza desde los Estados Unidos hasta la República Democrática de Lao, mediante un avión que contaba con refrigeradores para preservar la inocuidad de dichas vacunas.
Con estos hechos en mente, es complicado tratar de cuantificar todos los efectos positivos que la aviación tiene en la sociedad. Empero, en las últimas décadas se ha observado el progreso acaecido dentro y fuera de la industria aérea.
