Un año después del lanzamiento de las Tarifas Verdes en el Grupo Lufthansa, más de un millón de pasajeros optaron por esta nueva modalidad.
La aerolínea explicó que durante el primer año de su implementación, un promedio del 3% de los pasajeros ha elegido esta oferta, lo que representó una significativa contribución hacia la promoción de viajes más sostenibles.
Específicamente en la clase Business, los boletos Green Fares son seleccionados en el 11% de las reservas realizadas a través de los portales del Grupo Lufthansa.
Destacan como rutas especialmente populares aquellas que conectan ciudades como Hamburgo y Múnich, Zúrich y Londres, así como Fráncfort y Berlín. La demanda por estas tarifas sigue en aumento de forma constante en todas las clases de reserva, evidenciando el éxito de esta opción más amigable con el medio ambiente.
Desde el lanzamiento del programa Tarifas Verdes, los viajeros han logrado compensar más de 77,000 toneladas de CO2 mediante sus vuelos. Esta cantidad equivale a las emisiones de CO2 de más de 12,000 vuelos entre Hamburgo y Múnich utilizando un Airbus A320neo.
Las Tarifas Verdes están disponibles en las aerolíneas del Grupo Lufthansa, incluyendo Lufthansa, Austrian Airlines, Brussels Airlines, SWISS, Edelweiss, Discover Airlines y Air Dolomiti, cubriendo más de 730,000 vuelos al año dentro de Europa y hacia destinos como Marruecos, Argelia y Túnez. Además, el Grupo Lufthansa prueba estas tarifas en rutas de larga distancia desde noviembre de 2023.
El grupo explicó que las Tarifas Verdes es la modalidad para viajar de forma más sostenible e implica la compensación total de las emisiones individuales de CO2 relacionadas con el vuelo mediante el uso de Combustible de Aviación Sostenible (SAF), junto con una contribución a proyectos de protección del clima de alta calidad.
La introducción de SAF logra una reducción del 20% de las emisiones de CO2, mientras que el 80% restante se compensa a través de proyectos de protección del clima.
El Grupo Lufthansa garantiza que la cantidad de SAF necesaria para la compensación se incorpore a la infraestructura aeroportuaria en los seis meses siguientes a la compra. El SAF, al ser un combustible “drop-in”, se mezcla con combustible fósil antes de su transporte al aeropuerto. Es importante destacar que, por razones operativas, no es posible repostar en vuelos seleccionados individualmente.
