La aerolínea canadiense WestJet se enfrenta a retrasos indefinidos en varias entregas de nuevos aviones, de acuerdo con medios de comunicación internacionales.
Los retrasos se deben a problemas de calidad continuos en la línea de ensamblaje final del Boeing 737 MAX en la planta del fabricante en Renton, Washington, que salieron a la luz por el incidente de Alaska Airlines en enero de 2024 que involucró a un avión 737 MAX 9.
La aerolínea habría encargado 42 aviones Boeing 737 MAX 10 en 2022, con opciones para otros 22 aviones.
Dichos pedidos complementaron un pedido existente que WestJet había realizado anteriormente para aviones MAX adicionales que, hasta la fecha, aún no se le han entregado.
Estos pedidos multimillonarios se compraron para reforzar la flota de WestJet con al menos 65 aviones (50 de ellos de la variante MAX 10) para 2029.
La aerolínea declaró anteriormente que los pedidos de los MAX 10 serían un “cambio de juego” que reduciría los costos de combustible y “apoyaría” el crecimiento futuro de la aerolínea.
Sin embargo, el 737 MAX 10 aún no ha sido certificado por la Administración Federal de Aviación (FAA), y después de que reventó el tapón de la puerta del avión de Alaska Airlines, los reguladores estadounidenses dijeron que detendrían la expansión de la producción en Boeing hasta que se abordaran los problemas de seguridad.
“Seguimos trabajando estrechamente con Boeing en todos los aspectos de la entrega de aviones y los plazos”, dijo el portavoz de WestJet, Madison Kruger.
“Creemos que nuestra cartera de pedidos y planificación de flota tienen la flexibilidad incorporada para respaldar los planes de crecimiento de WestJet”, añadió.
Los 65 nuevos aviones encargados por WestJet representan casi 60% de su flota actual, según ch-aviation.
La flota de WestJet consta actualmente de 115 Boeing 737 junto con siete Boeing 787-9. Si bien muchos de los nuevos 737 permitirían el crecimiento de la red, es probable que otros reemplacen algunos de los 88 Boeing 737-800 más antiguos que WestJet aún opera.
