A fines de la década de los 90, la Unión Europea estableció una visión sobre el mercado único de la aviación cuyo objetivo era crear condiciones equitativas en toda la zona, convirtiendo lo que históricamente fueron mercados nacionales de la aviación protegidos en un único mercado competitivo, refirió la consultora OAG.
Deirdre Fulton, analista de OAG explicó que esto allanó el camino para que los operadores no extranjeros pudieran ingresar a los mercados nacionales en lugar de tenerlos dominados por operadores locales, “en la práctica no ha habido un cambio significativo, hasta hace poco, y no hay muchos mercados en Europa donde una aerolínea no domiciliada (extranjera), opere más capacidad que la aerolínea nacional del país o las que están domiciliadas allí, la única excepción es Italia”.
Debido a los desafíos históricos con Alitalia, la aerolínea bandera nacional y que ahora tiene ITA Airways, Italia es el país que ha experimentado los mayores cambios, pues la mayor cuota de capacidad en Europa (nacional e internacional) ahora es operada por un transportista extranjero. En 2023, el 34% de la capacidad total del país está siendo operada por la irlandesa Ryanair.
Mirando a través de los otros 10 principales mercados de países en Europa, la suiza easyJet tiene la segunda mayor capacidad operada por una aerolínea no domiciliada pues actualmente ocupa el 22% de la capacidad en España y Portugal.
Centrándonos específicamente en los mercados nacionales más grandes de Europa, Italia es el único país donde más de la mitad de la capacidad nacional es operada por transportistas no domiciliados, es decir donde las aerolíneas extranjeras son dominantes.
El siguiente país más grande con una alta participación no domiciliaria es Francia, donde casi un tercio de la capacidad es operada por transportistas domiciliados en otros países.
Observando el mercado nacional italiano, en junio de 2023 Ryanair operaba el 40% de los vuelos dentro de Italia, frente a sólo el 20% que operó en junio de 2013. Por su parte, Lufthansa adquirió una participación del 41%.
“Ryanair opera en promedio 317 vuelos por día, en 111 rutas en toda Italia, lo que tiene que ser una buena noticia para los italianos que desean viajar internamente. La frecuencia promedio por día es de 3 vuelos, pero 90 de los 111 operan con una frecuencia aún más baja, lo que puede dificultar a los viajeros de negocios que normalmente quieren volar de ida y vuelta a su destino en una misma jornada. Esto no es raro, ya que, en España, donde Ryanair opera al 21% de su capacidad, la frecuencia media es inferior a la de Italia, con dos vuelos diarios”, afirmó Deirdre Fulton.
Por otro lado, la aerolínea nacional ITA Airways, actualmente sólo opera 25 rutas, en su mayoría sirviendo a las ciudades más grandes de la nación: Roma, Milán, Nápoles, Catania y Cagliari. La frecuencia en estas rutas promedia 4 vuelos por día.
En términos de superposición de rutas, hay muy pocas. Ambos transportistas operan los vuelos Catania-Roma, Palermo-Roma, Bari-Roma y Brindisi-Roma. Podría decirse que Ryanair ha ofrecido y continúa ofreciendo a los italianos una variedad mucho mayor de rutas nacionales, lo que en un país donde las distancias entre ciudades en ambos extremos del país son considerables, sigue siendo algo bueno.
El siguiente mercado más grande para Ryanair es España, pues le representa el 18% de sus asientos del país en junio de 2023.
Deirdre Fulton explicó que los cambios que han resentido estos países son casos esporádicos, no se espera que se siga reduciendo la fortaleza de las aerolíneas nacionales y los mercados a los que sirven.
“Es claro que hay muchos pedidos de aviones por recibir y lo más probable es que siempre haya apetito por el crecimiento cuando sea necesario. Parece poco probable que las grandes aerolíneas tradicionales de Europa renuncien a su cuota de mercado en sus mercados nacionales en el corto plazo”, señaló.
Agregó que también está la situación de la limitación de los viajes aéreos de 2-3 horas o menos, como ha estado ocurriendo en Francia y Alemania, que podría expandirse aún más, “entonces esto bien podría allanar el camino para que los operadores tradicionales en toda Europa reevalúen las estrategias de red y la mejor manera de alimentar sus centros. Sólo el tiempo dirá”, concluyó.
