En colaboración con AeroTime
El pasado 18 de enero, un vuelo de EasyJet entre Lyon y Rennes, en Francia, tuvo que regresar al aeropuerto de salida para una inspección de emergencia, luego de que la aerolínea recibiera una amenaza de bomba que resultó falsa.
El causante del suceso fue identificado como un estudiante de 23 años de edad que no quería ver a sus padres, informaron medios locales.
easyJet #U24319 to Rennes returned to Lyon due to bomb hoax – a young man didn’t want his parents to join him https://t.co/9y50hTJjKr
— AIRLIVE (@airlivenet) 23 de enero de 2019
El A319 de EasyJet, matriculado G-EZDA, interrumpió el tráfico en el Aeropuerto Saint Exupéry de Lyon por 40 minutos mientras la policía registraba a los 150 pasajeros y su equipaje. Finalmente, el vuelo se llevó a cabo siete horas después con otro avión y otra tripulación.
Tras ser arrestado e interrogado por la policía, el joven admitió que no quería que sus padres, quienes viajaban a bordo del vuelo U24319, lo visitaran en Rennes.
“No parece tener ningún desorden psicológico y tiene un historial limpio con la policía. Sus motivaciones no están relacionadas con ningún acto terrorista”, señaló la policía de Rennes al medio local Ouest France.
Como consecuencia de sus actos, el sospechoso tendrá que presentarse ante una corte el 22 de mayo, donde podría enfrentarse a una pena que va desde una multa de 75 mil euros hasta cinco años en prisión por “comunicar falsas noticias que comprometen la seguridad de una aeronave en vuelo”. Además, tiene prohibido acercarse a cualquier aeropuerto.
Ésta no es la primera ocasión que una disputa familiar afecta a la industria aérea. El 7 de diciembre de 2018, una persona realizó una llamada anónima para reportar una amenaza de bomba en un vuelo de Aeroflot que iba entre Moscú e Irkutsk. Poco después se descubrió que el causante era un hombre que quería molestar a su esposa tras una pelea de pareja.
