La aerolínea low-cost cerró sus rutas directas desde Estocolmo, Suecia a Las Vegas y Oakland en los Estados Unidos, y señaló que esta decisión se debe al impuesto a la aviación recientemente implementado por el gobierno nórdico.
Este gravamen está destinado a minimizar la huella de carbono en los viajes, señaló en su momento Isabella Lovin, ministra de Clima en Suecia. Asciende a entre 7 y 48 dólares por pasajero para todos aquellos vuelos que se originen desde cualquier aeropuerto sueco.
“Las rutas de largo alcance son las más afectadas porque son las que más impuesto tienen que pagar” señaló Charlotte Holmbergh Jacobsson, gerente de comunicaciones de Norwegian.
Por su parte, el gobierno sueco se defendió y señaló que los problemas de Norwegian para operar estas dos rutas no tienen nada que ver con el impuesto a la aviación.
“La industria de la aviación ya es subsidiada (en Suecia) con menores tasas en los Impuestos al Valor Añadido y excepciones en los impuestos al combustible. A pesar de esto, Norwegian parece tener poca rentabilidad en ciertas rutas (…). Quizás deberían revisar cómo hacen negocios, en vez de culpar a un impuesto a la aviación relativamente bajo”, dijo Per Bolund, ministro sueco de Mercados Financieros.
