Ante la creciente demanda de asientos de avión que se tiene prevista para los siguientes 13 años, la empresa de tecnología de información Amadeus ha desarrollado un sistema electrónico para medir las emisiones de CO2 generadas por los aviones.
En un comunicado, la empresa tecnológica precisó que su aplicación “Altéa Departure Control - Flight Management” permite a las líneas aéreas calcular con precisión la cantidad necesaria de combustible para realizar sus vuelos, con el fin de economizarlo y, a partir de ello, disminuir de manera significativa las emisiones de dióxido de carbono que afectan a la capa de ozono de la Tierra.
Por ejemplo, si pudieran ahorrarse 100 toneladas de combustible en una operación, habría un recorte equivalente a 315 toneladas de CO2.
Al mismo tiempo, Amadeus proporciona a sus clientes la posibilidad de obtener reportes de emisiones de CO2 de cada vuelo, e incluso cuánto genera una persona durante un vuelo.
Este tipo de iniciativas van acorde a las directrices mundiales de disminuir la degradación de la capa de ozono provocada por la quema de combustibles, delineadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Debido a que para 2030 se espera que más de mil 800 millones de personas utilizarán aeronaves para desplazarse anualmente, en 2016 OACI promovió el acuerdo del Plan de Compensación y Reducción de Emisiones de Carbono de la Aviación (CORSIA, por sus siglas en inglés), en el cual las naciones del mundo se comprometían a acotar acciones que preservaran la integridad del medio ambiente.
Desde su anuncio, el CORSIA fue firmado por 70 países, que representan cerca del 80 por ciento del crecimiento futuro de la industria aérea. El fin consiste en alcanzar el nivel de emisiones de CO2 que se registró en 2005, con base en acciones que comenzarían a implementarse a partir de 2020.
Por su parte, otras empresas aéreas han tomado acciones secundarias para mermar la huella ecológica causada por la transformación de materias. Ejemplo de ello es el consorcio aéreo Lufthansa, que prevé dejar de archivar y procesar casi 5.5 millones de hojas de documentos para el 2018, con miras a recortar su consumo anual de papel en aproximadamente 7 mil 800 toneladas.
Por último, cabe mencionar que el calentamiento global pudiera provocar la cancelación de operaciones de vuelo si las condiciones climáticas son extremadamente calientes. De acuerdo con un artículo de Climatic Change, es posible que entre un 10 y 30 por ciento de los despegues diarios durante las horas más calurosas del día tengan que disminuir su peso a través de limitaciones de carga, pasajeros o combustible.
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