SpaceX logró transportar de regreso a la Tierra a los dos astronautas que llevó hasta la Estación Espacial Internacional (EEI) el pasado 30 de mayo, concluyendo así su primera misión tripulada para la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) de los Estados Unidos.
Douglas Hurley, comandante de la misión y veterano de la NASA que pilotó las misiones STS-127 y STS-135 de la agencia espacial estadounidense y Robert Behnken, astronauta con experiencia en las misiones STS-123 y STS-130, descendieron en la cápsula Crew Dragon sobre el Golfo de México después de pasar dos meses en el laboratorio espacial.
Good splashdown of Dragon confirmed! Welcome back to Earth, @AstroBehnken and @Astro_Doug! pic.twitter.com/0vAS3CcK9P
— SpaceX (@SpaceX) August 2, 2020
El objetivo de la misión Demo-2 fue realizar pruebas de vuelo para validar la cápsula, desarrollada por SpaceX, y certificarla para su uso en futuras misiones del Programa de Tripulación Comercial de NASA.
La agencia espacial estadounidense comisionó a SpaceX y Boeing el desarrollo de naves capaces de enviar tripulaciones hasta la EEI, con un presupuesto 3.1 mil millones de dólares y 4.8 mil millones, respectivamente. El gran objetivo es dotar a la NASA de capacidades propias de lanzamientos espaciales desde su propio territorio.
Phil McAlister, director comercial de NASA, reveló recientemente que este programa ahorró a la agencia aproximadamente entre 20 y 30 mil millones de dólares.
Mientras tanto, Boeing sufrió una serie de retrasos en el desarrollo de su nave, el Starliner, a causa de errores en su software.
Steve Stich, gerente del programa Commercial Crew de la NASA, admitió que hubo problemas que pasaron desapercibidos a causa de que, tras décadas de trabajar junto a Boeing, se estaba “un poco más acostumbrados a los procesos de Boeing” y no se siguió de cerca el desarrollo del proyecto.
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