Por: Carlos Duarte - Artículo invitado
En un poco más de 62 años, desde que empezó con el lanzamiento del Sputnik1 un 4 de octubre de 1957, la tecnología espacial ha logrado hazañas asombrosas. En este corto periodo, la tecnología espacial ha logrado comunicar cualquier parte de la Tierra, mapear nuestro planeta, conocer nuestra posición geográfica en todo momento, tener capacidad para pronosticar el clima y aumentar nuestra comprensión de la Tierra y el universo que nos rodea, entre muchas otras cosas más. Todo lo cual hubiera sido inimaginable incluso hace poco tiempo.
Pocos sectores como el sector espacial han demostrado un potencial para generar un impacto significativo a nivel mundial a partir de una acción concertada entre el gobierno, las empresas y la ciencia, por lo que es pertinente preguntarnos ¿Qué viene después? Aquí algunas reflexiones.
Crecimiento acelerado
Una de las afirmaciones que podemos hacer con toda seguridad es que el sector espacial seguirá creciendo. Cada vez hay más naciones interesadas en el espacio y la afluencia de capital empresarial impulsa la innovación y las tecnologías espaciales. Todo esto forma un círculo virtuoso que está impulsando el desarrollo espacial de una manera muy rápida. Algunos de los empresarios más exitosos del mundo como Elon Musk, Richard Branson y Jeff Bezos están interesados en el espacio e invierten grandes cantidades de dinero en empresas innovadoras que pretenden desarrollar misiones muy ambiciosas como la colonización de Marte y la Luna, proporcionar comunicaciones de banda ancha a todo el mundo e impulsar el turismo y la minería espacial.
Privatización del espacio
Por lo tanto, es muy probable que el liderazgo del desarrollo espacial se transfiera del sector público al sector privado. Parece inevitable que el futuro del sector espacial estará dominado por visiones de estaciones espaciales privadas, explotación de los recursos de los asteroides, hoteles privados, y tal vez la colonización de la Luna y otros cuerpos celestes. Este cambio de paradigma se debe a la mayor eficiencia de las empresas al no estar sujetas a tantas restricciones regulatorias como los gobiernos, sobre todo para realizar negocios internacionales. Esto permitirá que el sector privado realice alianzas a una escala global, que permita desarrollar proyectos más ambiciosos e imaginativos, cada vez más.
Mayor convergencia de tecnologías
El impulso del sector privado al sector espacial generará una mayor convergencia de disciplinas a un ritmo de innovación que no ha ocurrido en mucho tiempo. Por ejemplo, la tendencia a la miniaturización de componentes y sistemas espaciales continuará y hará que cada vez sea más fácil incluir mayor capacidad y desempeño en volúmenes más pequeños y que gasten menos energía. Esto, desde luego disminuirá costos y permitirá concebir misiones con constelaciones de naves pequeñas, que aumentará la capacidad de las misiones y distribuirá los riesgos.
La convergencia de las tecnologías se dará en muchas áreas: la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología, el blockchain, la manufactura digital, y otras tecnologías emergentes y exponenciales, jugarán un papel preponderante en el desarrollo de misiones espaciales cada vez más poderosas, seguras y económicas.
Uso de satélites pequeños
Con toda seguridad cada vez habrá más misiones que utilicen constelaciones de satélites pequeños, entre ellos CubeSats. Las ventajas de estos son múltiples y tal vez la principal es la reducción de la posibilidad de fallas: Si un satélite deja de operar o funciona mal, el sistema en su totalidad no se ve significativamente afectado en su conjunto. El uso de satélites pequeños se empleará para todo tipo de aplicaciones, tales como observación de la Tierra -algo que ya está ocurriendo con la constelación de Planet- proporcionar comunicaciones de banda ancha, navegación y muchas otras más.
Reutilización de los vehículos de lanzamiento
Imagínese que cada vez que usted viajara en avión, se tuviera de desechar el vehículo. Con algunas excepciones, la mayor parte de los lanzamientos actuales desechan a los lanzadores completos. Esto es un desperdicio enorme que limita el desarrollo espacial.
La reutilización de lanzadores es una tendencia que continuará perfeccionándose. Hasta ahora solo SpaceX, Blue Origin y RocketLab, han desarrollado sistemas de lanzamiento reutilizables todavía muy primitivos. Por lo que seguramente muchas empresas seguirán trabajando en desarrollar mejores vehículos reutilizables para reducir significativamente los costos y así impactar el acceso al espacio.
Nueva relación entre las empresas y los gobiernos
Ante estos cambios inminentes en el sector espacial, se requerirán nuevas formas de asociación entre las empresas y los gobiernos, para que los proyectos espaciales sean exitosos. En particular, los gobiernos deben implementar instrumentos de política que fomenten el desarrollo del sector y eviten obstáculos y regulaciones. Esto no será fácil de lograr, pero es importante que gobierno y empresas trabajen de manera colaborativa para impulsar el sector. De no hacerlo, se puede llegar a un estancamiento, sobre todo en los países emergentes en donde la actividad espacial es relativamente nueva.
No hay límites
Estas son solo algunas tendencias de desarrollo del sector espacial que podemos vislumbrar sin tener bola de cristal. Sin lugar a duda, el futuro será impactante y nos sorprenderá, ya que la creatividad e imaginación de los humanos hasta ahora no ha tenido límites. Sigamos trabajando para desarrollar este sector por el bien de nosotros mismos y de la humanidad.
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