Hace unos días tuve la oportunidad de participar como mentor y formar parte del Red Team en el Torneo de Diseño de Hábitats Espaciales México 2023 (ISSDT-México por sus siglas en inglés), que se llevó a cabo del 30 de noviembre al 3 de diciembre de 2023, a través de la plataforma Zoom. El ISSDT es un torneo basado en la Space Settlement Design Competition (SSDC), una competencia desarrollada en Estados Unidos y dirigida a estudiantes de preparatoria para simular la experiencia de elaborar una propuesta de una empresa aeroespacial. A los equipos, etiquetados como empresas, se les pide que diseñen un hábitat espacial en algún escenario específico para que cumpla con una serie de especificaciones técnicas. ISSDT fue fundado por la ingeniera Anita Gale, una reconocida experta norteamericana que desarrolló varios sistemas de transbordador espacial y otros expertos en tecnología aeroespacial que siguen realizando el concurso, ahora en diferentes partes del mundo. El torneo en México se realiza gracias a la colaboración entre varias organizaciones, entre las que destaca Expanding Frontiers, una ONG estadounidense con sede en Texas, y la organización mexicana SpacePortMx, que busca impulsar la educación espacial en México. En esta ocasión el ISSDT-México contó con la participación de más de 200 estudiantes de preparatoria del Estado de Guanajuato, que fueron patrocinados por la organización IDEA del gobierno de ese estado.
Durante el primer día del torneo, los estudiantes se dividieron en cuatro compañías de 50 integrantes cada una; se asignaron roles específicos dentro de cada empresa, como ingeniería, estructuras, marketing, etc, y eligieron a sus directivos. Al frente de cada compañía se encuentra un experto de la industria aeroespacial, que funge como mentor de los estudiantes. Las interacciones del torneo se realizan de manera virtual a través de las plataformas zoom y discord.
El segundo día, Anita Gale presentó el reto a los estudiantes: en esta ocasión se trataba de diseñar un hábitat lunar en un cráter lunar para albergar a 500 personas trabajadoras de una empresa minera. Las especificaciones del hábitat fueron muy rigurosas y consideran aspectos como sustentabilidad de la población, seguridad, métodos de construcción, costos y duración del proyecto, entre muchas otras cosas.
Una vez conocidas las especificaciones, los integrantes de cada empresa trabajaron toda la noche para presentar una primera propuesta ante los miembros del Red Team, un grupo de reconocidos expertos de la industria aeroespacial, en el que me dio mucho gusto participar. La función del Red Team es cuestionar, criticar y retar las propuestas de las compañías, para que las empresas las mejoren, las hagan más realistas y factibles. El Red Team también aconseja sobre cómo presentar las ideas de forma clara y convincente.
Después de trabajar todo el día, las empresas presentaron la primera versión de sus propuestas al Red Team. Las presentaciones fueron en inglés y fueron ampliamente revisadas por los miembros del Red Team, para que los estudiantes tomaran nota y se pusieran a trabajar en mejorarlas. Después de la revisión, las empresas trabajaron toda la noche para preparar sus propuestas finales y presentarlas el último día del torneo ante un panel de jueces, para seleccionar a la propuesta ganadora. En esta ocasión la calidad de las propuestas fue muy superior a la primera iteración, gracias al trabajo de las empresas y la retroalimentación que proporcionó el Red Team. Los jueces seleccionaron a la empresa ganadora y, para finalizar, hubo una sesión en donde los estudiantes compartieron sus experiencias durante todo el proceso. Sobra decir que los comentarios fueron muy emotivos y positivos.
Mi experiencia como mentor y Red Team fue muy enriquecedora y gratificante. Pude compartir mis conocimientos y experiencias con los jóvenes participantes, que demostraron mucho entusiasmo, creatividad e ingenio. También pude aprender de ellos y de sus ideas innovadoras para resolver los problemas que plantea la vida en el espacio. Fue muy emocionante ver cómo evolucionaron sus propuestas a lo largo del torneo y cómo se esforzaron por hacerlas lo mejor posible. Me impresionó el nivel de profesionalismo, colaboración y liderazgo que mostraron los participantes, así como su dominio del idioma inglés.
Me siento muy orgulloso de haber sido parte de este evento y de haber contribuido a fomentar el interés por la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas entre los jóvenes mexicanos. Creo que el ISSDT es una excelente plataforma para desarrollar las competencias del siglo XXI y para inspirar a las nuevas generaciones a buscar soluciones innovadoras para los desafíos que enfrentamos como humanidad.
Espero que esta experiencia haya sido tan significativa para los participantes como lo fue para mí, y que les haya abierto las puertas a nuevas oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal. Les deseo mucho éxito en sus proyectos futuros y les invito a seguir soñando con el espacio.
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