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02/05/2024

Mexicana, la otra

Francisco M. M… / Miércoles, 16 Agosto 2023 - 22:36

La industria aérea y la ciudadanía del país recibimos, hace unos días, la noticia en plena mañanera del lanzamiento oficial de la nueva aerolínea comercial militar Mexicana de Aviación.

El gobierno federal concluyó el primer paso al comprar a los ex trabajadores de la  aerolínea la famosa e icónica marca, para ponerlas como distintivo de la nueva empresa aérea gubernamental, administrada por los militares, con un pago de 800 millones de pesos.

Ese dinero será repartido entre aproximadamente 8 mil ex trabajadores, logrando una cantidad en pesos y centavos  para cada uno  que, de ninguna manera, puede resarcir el enorme fraude hecho por Gastón Azcarraga, entre otros personajes, y 13 años de batalla legal e incertidumbre.

El general Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, ha dicho que la inversion inicial será de 4 mil millones de pesos (que no se ha aclarado de dónde vendrán) y que la aerolínea estaría iniciando operaciones el 1 de diciembre, con 10 aeronaves Boeing 737/800 rentados, con capacidad para 180 pasajeros, en configuración de una sola clase.

En un principio se nombraron algunas rutas nacionales, poco atendidas, para iniciar operaciones, pero ya se ha confirmado que la base de la nueva Mexicana sería el aeropuerto de Santa Lucía, y las primeras rutas son algunas de las que ya atienden las aerolíneas civiles, pero con descuentos de hasta un 20% en el costo del boleto.

De entrada, debemos pensar en la competencia desleal y el conflicto de interéses al dar a los militares la administración de esta aerolínea, así como de varios aeropuertos lo que, por cierto, está prohibido por la ley. 

Este pretendido descuento del que hablamos, sin duda, puede causar un tremendo desequilibrio en la industria aérea del país y eso es algo que ya hemos vivido en el pasado, si recordamos cuando algunas aerolíneas eran consentidas del gobierno.

El general Sandoval también comentó que la nueva Mexicana Militar podría alcanzar su equilibrio financiero en el año 2030, lo que nos deja claro que a pesar de los subsidios que se ven venir los mexicanos, deberemos pagar muchos millones de pesos anuales de nuestros impuestos, hasta lograr dicha meta.

Hoy sabemos que será Petrus Aero Holdings Inc., que tiene su base en Texas y fundada hace apenas un par de años, la encargada de la renta de aeronaves y contratación de tripulaciones.

La Constitución Mexicana establece la obligación de que las tripulaciones aéreas deben ser ciudadanos mexicanos por nacimiento, y esto debe quedar muy claro para todos, ya que se ha comentado lo que conocemos como un wet lease, o sea, rentar aviones con todo y tripulaciones entrenadas. 

Por otra parte, vale la pena considerar que esta empresa norteamericana se anuncia también como financiera y, como andan las cosas en México, esto es algo que deberemos tomar en cuenta.

Parece que lo más complicado, por ahora, es encontrar pilotos y sobrecargos entrenados y con capacidad de licencia para volar los B 737, y sólo Aeroméxico tiene esos profesionales y esas aeronaves en nuestro país. 

Me atrevo a asegurar que ningún piloto de 737 de Aeroméxico estaría dispuesto a abandonar su puesto por otro, en una aerolínea militar que está dejando desde ya muchas dudas.    

Lo mismo sucede con la planta de técnicos de mantenimiento, que por razones obvias deben ser verdaderos profesionales, expertos responsables de mantener en condiciones de vuelo la flota de aeronaves planeada. 

Más allá de todos los requisitos que exige la autoridad mexicana para certificar a la nueva aerolínea comercial militar, que seguro y por razones obvias sería en fast track, será necesaria también la certificación internacional por parte de OACI y, desde luego, un plan efectivo de negocios, el estudio de una red de rutas adecuadas para la flota de aeronaves que se pretende.

Será necesario un equipo de tierra, que incluye personal de tráfico, operaciones, meteorólogos y expertos en seguridad y la implantación de los estándares de vuelo, aprobación de manuales de vuelo y de operaciones, entre muchas cosas más que son requisitos indispensables para garantizar eficiencia operativa y, sobre todo, la seguridad para los pasajeros. 

Una dirección, un cuadro administrativo y ejecutivo con experiencia, conocedores de la industria, resulta vital y esos profesionales no los hay dentro de las Fuerzas Armadas, es lógico, porque su formación es castrense y no tienen el conocimiento de la industria aérea comercial civil.

El tiempo está encima y seguimos sin tener la información de fondo, por lo que la nueva Mexicana Militar todavía presenta muchas dudas.

Para terminar, habría que pensar en la no remota posibilidad del cambio de gobierno en el 2024, y si quien llegue a la silla grande estaría dispuesto a mantener el subsidio a la nueva Mexicana. Veremos.

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