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06/05/2024

Medicina de Aviación, otra carga para AFAC

Francisco M. M… / Miércoles, 17 Mayo 2023 - 19:54

Desde hace muchos años, pero especialmente desde el inicio de este sexenio y después del cambio de nombre, la hoy Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) sigue acumulando carencias de todo tipo.

Estas carencias, que no solo son humanas y tecnológicas sino también financieras, han convertido a esta institución en la catedral de la ineficiencia y la burocracia en la industria aérea de México.

Debemos decir que en AFAC también existe gente profesional, con experiencia y comprometida, que tratan todos los días de hacer bien su trabajo pero hay que decir, también, que tristemente ellos son los menos y se encuentran a cada momento con la necesidad de tratar mover un elefante burocrático y corrupto muy pesado.

Medicina de aviación se encuentra hoy en plena transición para  formar parte, y ser manejada, al 100% por AFAC, lo que debería suponer una partida presupuestaria adicional para que la autoridad aeronáutica pueda manejar los exámenes médicos de más de 48 mil trabajadores de la industria con licencia cada año.

Hasta hace poco, sabíamos que AFAC requiere de un presupuesto de 2 mil millones de pesos anuales, y hoy apenas cuenta con 650 millones.

El problema es que AFAC tiene reducidos recursos económicos, apenas para mal  funcionar, y hoy le imponen una nueva responsabilidad que, por cierto, no es menor y que requiere urgentemente de mayores recursos.

Preveer y tomar acciónes adecuadas, por parte de Medicina de aviación, resulta fundamental, porque de su función eficiente depende la seguridad de millones de pasajeros que se transportan por aire todos los días.

Obviamente, para funcionar como lo marcan los estándares internacionales, Medicina de aviación requiere de instalaciones adecuadas, equipo médico moderno, médicos especialistas suficientes, bien pagados y capacitados, honestos, conscientes y responsables.

El personal administrativo debe ser empatico y estar listo para resolver problemas y evitar la burocracia rampante, que hoy sufre la autoridad  aeronáutica a todos los niveles, y que la hace tan ineficiente con todas sus indeseables consecuencias.

Como en muy pocos lugares del mundo, en México, un trabajador aeronáutico que requiere hacer un trámite de licencia, cédula y título profesional, o examen médico, debe enfrentar un verdadero calvario y cumplir con requisitos que solo suman documentos y más documentos, cada vez complicándolo todo aún más, y provocando que sigan brotando por todos lados los coyotes y gestores y, desde luego, la consabida corrupción.

En países del primer mundo, como en Estados Unidos, el único requisito necesario para realizar un examen médico a personal aeronáutico es hacer una cita telefónica, o vía internet, con cualquiera de los varios miles de médicos aprobados por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) alrededor del país y presentarse con una identificación oficial.

En nuestro México, la ineficiencia y la burocracia no solo la sufre el trabajador de la aviación. La sufren también las aerolíneas comerciales y empresas corporativas, lo sufre la industria aérea y, al final, lo sufre el pasajero, porque es quien debe soportar demoras y cancelaciones.

Estos problemas operativos no pocas  veces se deben a falta de personal, que no puede cumplir con trámites de licencia o exámenes médicos, porque la autoridad lo complica todo y todo lo retrasa, causando verdadero caos en las operaciones aéreas.

Por lo que hoy vivimos, parece que los problemas en medicina de aviación, debido a malas decisiones, no solo van a continuar sino que van a empeorar, y quizá terminen siendo, junto con el departamento de licencias a personal técnico aeronáutico y los complicados procesos del Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil (CIAAC), el talón de Aquiles de AFAC, en perjuicio de la industria y de nuestro país.

A pesar de sus graves problemas, la antigua Dirección General de Aeronáutica Civil, en años pasados, podía cumplir con un examen médico y expedición de licencia en 6 horas.

En nuestros días, este trámite de licencia puede extenderse a más de tres meses.

Obviamente algo se está haciendo muy mal y tendrá consecuencias, sin duda, como ya las ha tenido con la degradación a categoría 2.

 

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