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04/05/2024

Información adecuada sobre categoría 1

Francisco M. M… / Miércoles, 21 Septiembre 2022 - 21:00

A partir de la degradación de México a categoría 2, desde hace casi 16 meses por parte de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), las redes y medios se han inundado de información, que no siempre es la correcta.

Es muy importante aclarar que la auditoría de FAA no se lleva a cabo directamente a las aerolíneas o aeropuertos Mexicanos, sino a sus autoridades de aviación.

Esta inspección periódica se hace  a todos los países miembros de OACI, que son 193 en sus tres partes,  incluyendo a México que, por cierto, es  miembro del Consejo en su parte ll.

El consejo de OACI se conforma  de la siguiente manera. 

Parte I. Estados de mayor importancia en el transporte aéreo: Alemania, Australia, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, Federación de Rusia, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.

Parte II. Estados que más contribuyen a proveer instalaciones y servicios para la navegación aérea civil internacional: Arabia Saudita, Argentina, Colombia, Egipto, España, Finlandia*, India, México, Nigeria, Países Bajos*, Singapur y Sudáfrica. 

Parte III. Estados que aseguran la representación geográfica: Costa Rica*, Costa de Marfil*, Emiratos Árabes Unidos, Grecia*, Guinea Ecuatorial*, Malasia, Paraguay*, Perú, República de Corea, República Dominicana, Sudán*, Túnez* y Zambia*.

(Los asteriscos indican los estados que se unieron al Consejo en 2019) 

Las auditorías de FAA y de OACI tienen como fin revisar los procesos y el trabajo de las autoridades aeronáuticas de cada país, que deben cumplir con los principios de seguridad, revisión y certificación, enmarcados en los diferentes anexos de la propia organización.

Como hemos dicho, la  FAA  de EU no certifica ni audita a las aerolíneas comerciales de nuestro país, tampoco  sus índices de seguridad.

Es importante comentar que nuestras empresas aéreas nacionales,  a pesar de los graves problemas por los que ha pasado la industria, incluso han recibido premios y reconocimientos internacionales por su eficiencia y estándares de seguridad. 

Lo anterior es debido a que, aunque no existe una certificación adecuada por parte de AFAC, nuestras aerolíneas se han preocupado por autorregularse para mantener ante todo un alto nivel de seguridad.

Las demoras y cancelaciones, que sufren todas las líneas aéreas  en el mundo, tienen que ver más que nada con problemas de operatividad de aeropuertos, de control de tráfico aéreo y de malas condiciones de tiempo. Algunas son por fallas mecánicas, pero pocas son culpa de ineficiencia en la operación por parte de las aerolíneas.

Lo que sí ha afectado a las principales líneas aéreas de México, como consecuencia de la degradación a categoría 2, es que están restringidas para abrir nuevas rutas y frecuencias desde y hacia Estados Unidos, dejando todo el pastel para las aerolíneas extranjeras, que no tienen ninguna  restricción para operar y, desde luego, no tienen competencia.

Lo anterior también complica los planes de las aerolíneas mexicanas,  que ya se han comprometido desde hace tiempo con incrementar de manera importante sus flotas de aeronaves y, ahora, deben buscar la manera de utilizar esos nuevos aviones  en otras rutas y frecuencias fuera de Estados Unidos, pero eso no siempre está resultando sencillo ni redituable financieramente.

El regreso de la categoría 1 resulta urgente para nuestra industria aérea, que sigue haciendo esfuerzos por sobrevivir y consolidarse a pesar de no   tener los apoyos gubernamentales millonarios que se tienen en otros países del mundo.

No solo miles de trabajadores, directos e indirectos, dependen de nuestra aviación comercial sino que ésta también tiene un  importante  impacto  social, económico y político para México.

Por eso urge el regreso a la categoría 1.

“Los  artículos  firmados  son  responsabilidad  exclusiva  de  sus  autores  y  pueden  o  no  reflejar  el  criterio  de  A21”

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