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01/05/2024

CARES, la válvula que mantiene a la aviación de EUA

Daniel Martíne… / Miércoles, 22 Abril 2020 - 20:56
Las aerolíneas podrían recibir hasta 50 mil millones de dólares

El 27 de marzo, el gobierno de los Estados Unidos lanzó el Acta de Apoyo, Ayuda y Seguridad Económica contra el Coronavirus (CARES Act, por sus siglas en inglés), la cual brinda un apoyo de hasta 50 mil millones de dólares a las aerolíneas comerciales para que puedan sobrevivir a la actual crisis provocada por la pandemia de COVID-19.

Hasta ahora, un total de diez aerolíneas se han inscrito voluntariamente al CARES Act, entre las que se incluyen las líneas aéreas más grandes de Estados Unidos como Southwest, Delta, United, American Airlines, jetBlue, Alaska Airlines y Spirit.

Estos 50 mil millones de dólares están divididos en dos fondos. El primero de ellos es un Programa de Apoyo a los Salarios que distribuirá 25 mil millones de dólares a las aerolíneas para que éstas puedan pagar los salarios íntegros de sus trabajadores hasta el 30 de septiembre, con la obligación de no despedir a nadie. Los otros 25 mil millones de dólares son préstamos para las aerolíneas.

El 58% del Programa de Apoyo a los Salarios va dirigido a las tres aerolíneas más grandes de Estados Unidos, American, Delta y Southwest. United por su parte, podría recibir hasta seis mil millones de dólares, mientras que jetBlue recibirá 1.23 mil millones.

Las letras chiquitas del acuerdo

Sin embargo, hay varias condiciones para que las aerolíneas puedan recibir estos apoyos, de acuerdo con un documento presentado por la consultora global, Oliver Wyman.

En primer lugar, las aerolíneas deben mantener a todos sus empleados en la nómina hasta el 30 de septiembre de 2020. También condiciona a las aerolíneas para que no puedan hacer recompras de acciones ni entrega de dividendos durante la duración del préstamo efectuado, más un periodo adicional de 12 meses.

De igual forma, la Secretaría de Transporte de Estados Unidos puede requerir que las aerolíneas mantengan un servicio aéreo programado hasta marzo de 2022 en el cual se priorizará a comunidades pequeñas y remotas.

Las diferencias con el 11 de septiembre

Luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el gobierno estadounidense también emitió una Acta de Estabilización a la Seguridad y el Sistema del Transporte Aéreo para proveer de apoyo a la industria.

En aquella época, el gobierno ofertó 15 mil millones de dólares para las aerolíneas, distribuidos en cinco mil millones de dólares en efectivo y 10 mil millones en garantías de préstamos.

Sin embargo, ninguna de las aerolíneas principales hizo uso de estos préstamos señaló Oliver Wynam, y finalmente sólo se distribuyeron 1.6 mil millones de dólares en garantías de préstamos.

Delta Air Lines nunca aplicó por este préstamo (se declaró en bancarrota en 2005); American Airlines tampoco lo hizo (se declaró en bancarrota en 2011); Southwest Airlines y Alaska Airlines tampoco lo hicieron y nunca se declararon en bancarrota. Otras aerolíneas, que ya no existen, y que no solicitaron los préstamos del gobierno de Estados Unidos fueron Continental Airlines (se fusionó con United) y Northwest Airlines (en bancarrota en 2005).

Por su parte, United Airlines y Spirit Airlines sí solicitaron el apoyo tras el 2001, pero no lo recibieron. United Airlines se declaró en bancarrota en 2002. Otras aerolíneas que solicitaron apoyo pero no lo recibieron fueron Corporate Airlines, Gemini Air Cargo, Vanguard Airlines, Frontier Flying Service, National Airlines, MEDjet International y Great Plains Airlines. La mayoría de estas empresas se declaró en bancarrota en los siguientes años.

Finalmente, las aerolíneas que sí recibieron apoyo gubernamental en Estados Unidos tras el 2001 fueron US Airways (bancarrota en 2002), America West Airlines, ATA Airlines (bancarrota en 2008), Frontier (bancarrota en 2008), Aloha Airlines (bancarrota en 2004) y World Airways (bancarrota en 2013).

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