La salida del Reino Unido de la Unión Europea y las altas tendencias de proteccionismo en Estados Unidos son dos amenazas que se ciernen sobre el sector aéreo según lo advirtió Tom Enders, presidente de Airbus.
En una reunión de líderes comerciales del sector aeroespacial y aeronáutico, Enders resaltó que estos eventos políticos representan un peligro al crecimiento de la industria aérea, específicamente por los efectos residuales del Brexit en la mancomunidad europea.
La salida del Reino Unido del mercado común de la Unión Europea repercutirá a la industria manufacturera aérea del Reino Unido debido a que los costos de producción aumentarán significativamente y esto disminuirá la competitividad de estos fabricantes.
Ante estos sucesos, Airbus se está preparando para mitigar estos impactos económicos, pero prevén que el resultado neto será negativo para esta compañía agregó Enders.
Actualmente, Airbus tiene 25 plantas en el Reino Unido, donde se realizan tareas de distinta índole, incluyendo una instalación donde se realizan pruebas de resistencia de alas de avión.
Otra empresa que pudiera sufrir por estos factores es Rolls Royce, la cual se dedica a fabricar turbinas y otros componentes aeronáuticos.
No obstante, Airbus tiene la posibilidad de no tener que pagar tarifas de importación gracias a que están dentro del marco de exención de la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero requiere certidumbre en torno a los costos de producción para poder realizar proyecciones de sus pedidos en el futuro.
Por otro lado, la administración de Donald Trump está emprendiendo varias disputas comerciales. El fabricante aeroespacial Bombardier se encuentra en una disputa con las autoridades estadounidenses por la posible imposición de una tarifa de importación en la venta de aviones de la serie C.
Este litigio fue iniciado por Boeing después de que alegaran que el programa de los aviones de la serie C recibieran estímulos fiscales por parte de los gobiernos para cubrir las pérdidas financieras de Bombardier.
Enders denunció estas posturas y las catalogó como “depredadoras”, pero consideró que pueden ser arregladas más fácilmente en comparación con la situación del Brexit.
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