La transición energética es difícil porque los sistemas antiguos necesitan cuidado y mantenimiento, mientras nacen los nuevos sistemas. Esos desafíos son más complicados para las economías en desarrollo de África, Asia y América Latina, reconoció Susan Flanagan, presidenta y directora ejecutiva de GE Energy Financial Services (GE EFS).
La funcionaria de GE sostuvo que los mercados en desarrollo, ahora más que nunca, necesitan financiamiento, respaldado por el gobierno, para la generación de energía renovable y gas para lograr una transición energética.
Destacó que los proveedores de capital público, como las agencias de crédito a la exportación (ECA) y las instituciones financieras de desarrollo (DFI), han desempeñado un papel importante en la catalización de la inversión del sector privado, es por ello que se necesitan con urgencia dichos apoyos para cumplir con los objetivos de emisiones netas cero.
Para Flanagan, al proporcionar una gama de herramientas y soluciones, se aumentan las probabilidades de éxito de los proyectos.
En este caso, el capital público juega un papel esencial en la aceleración de los proyectos de infraestructura energética, ya que resuelven el trilema energético, pero sobre todo la sostenibilidad es más urgente para los países más afectados por el cambio climático y, a menudo, expuestos a mayores riesgos ambientales, indicó.
De acuerdo con información de General Electric, Flanagan planteó que para impulsar la descarbonización global y aumentar la electrificación en los países en desarrollo, los formuladores de políticas y las instituciones financieras deben asociarse con los patrocinadores de proyectos, para adaptar las soluciones de capital que mejor se adapten a cada región y país.
En muchos de esos países emergentes, la infraestructura de transmisión, la incertidumbre política y los mercados de capital pueden faltar, lo que crea obstáculos únicos para el desarrollo, apuntó.
En tanto, el Departamento de Transporte de los Estados Unidos (DOT) anunció que realizará una reunión pública el 14 de diciembre para proporcionar una visión general de los nuevos programas de subvenciones, diseñados para promover el combustible de aviación sostenible (SAF) y las tecnologías de aviación de bajas emisiones.
En la Ley de Reducción de la Inflación, que se convirtió en ley en agosto, el Congreso reservó 297 millones de dólares para los programas recientes establecidos de Transición Sostenible de Abastecimiento de Combustible de Aviación a través de Combustibles de Aviación Sostenibles (FAST-SAF) y Tecnología de Aviación de Bajas Emisiones (FAST-Tech).
Durante la reunión pública, los funcionarios de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) compartirán información sobre los planes para las subvenciones.
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