El abogado Tom Girardi y su esposa, Erika Jayne, fueron acusados de una supuesta malversación de fondos destinados a las familias de las víctimas del accidente aéreo del vuelo JT610 de Lion Air en 2018.
La demanda alega que, en lugar de pagar a los clientes el dinero que recibieron por parte de Boeing, el licenciado malversó las ganancias para evitar “una espiral descendente de deudas crecientes y fondos menguantes”, fruto de su ostentoso estilo de vida, pagando a los acreedores de su firma de abogados.
Asimismo, han sido señalados de impulsar un divorcio falso para protegerse de esta demanda.
La denuncia fue presentada en nombre del bufete de abogados Edelson, que actuaron como asesores locales de Girardi Keese (bufete de Tom) en las demandas derivadas del primer accidente a bordo del Boeing 737 MAX.
“Para mantener su estatus de celebridad, Tom y Erika deben proyectar una imagen pública de riqueza obscena en todo momento y a cualquier costo”, señalaron los demandantes.
Edelson señaló que Girardi no había hecho pagos completos a sus clientes en el caso contra Boeing, pese a que el fabricante estadounidense presuntamente transfirió todos los fondos. A partir de ello, la demanda busca una contabilidad de todo el dinero que la empresa transfirió al bufete.
La demanda alega que algunos acreedores de la firma Girardi Keese sabían que ésta llevaba el caso y exigieron fondos pertenecientes al caso Lion Air. Aunado a ello, los abogados distribuyeron una parte significativa del monto entre sus amigos y familiares, sin que las víctimas supieran del caso.
El vuelo JT610 se accidentó a finales de octubre de 2018, dejando un saldo de 189 personas fallecidas, luego de despegar del aeropuerto de Yakarta, en Indonesia. Fue el primero de dos accidentes que pusieron en tierra al programa MAX por 20 meses.
