El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, adquirió 90 aviones F-35 de la empresa Lockeed Martin Corp, por un monto total de 8 mil 200 millones de dólares, es decir, 800 millones de dólares menos del monto que en un principio se negoció.
Si bien las negociaciones se realizaron con meses de anticipación, fue hasta la llegada de Donald Trump cuando se logró concretar la compra-venta de las aeronaves militares, debido a las críticas que el primer mandatario realizó a finales del mes de diciembre del 2016.
A través de su cuenta de Twitter, el presidente estadounidense escribió: “El coste del programa F-35 está fuera de control, podemos ahorrar miles de millones de dólares de compras militares después del 20 de enero y lo haremos”.
Dicho mensaje impactó en su momento a la estructura financiera de la compañía aeroespacial y militar, pues reportó una pérdida de dos mil millones de dólares en la Bolsa de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés).
Lockeed Martin Corp informó mediante un comunicado que se encontraban en total disposición para trabajar con la nueva administración, a fin de avanzar en las negociaciones y en la venta de sus equipos de armamento tecnológico y militar.
Jeff Babione, responsable del programa F-35 de Lockeed Martin, explicó que la compañía invirtió millones de dólares para disminuir los precios hasta en un 70 por ciento. Además, mencionó que entendía las preocupaciones del gobierno estadounidense en cuanto al costo se refiere.
Los aviones F-35, de quinta generación, tenían un costo de mil 500 millones de dólares, es decir, mil millones adicionales de lo que se planeó en un principio, costo elevado para la administración Trump.
Especialistas en el sector han señalado que la adquisición de las aeronaves es hasta el momento la compra más cara en la historia de los Estados Unidos, sumado a una serie de deficiencias que no permiten un correcto funcionamiento en campo.
