
Se está proponiendo incrementar la edad de retiro a 67 años y esto obedece a una simple razón, ya alcanzaron las necesidades a los ritmos de crecimiento de las empresas, ¿quién iba a creerlo? Pues es ya un hecho que los planes de crecimiento de flota de las principales empresas del mundo rebasan la capacidad para preparar a los pilotos. Cada país tiene sus propias peculiaridades, por ejemplo, en países como el nuestro en el que las jubilaciones no son como las espera la mayor parte de la gente, pues se prefiere alargar más la vida activa de la planta de pilotos, mira que ganando un par de años más los mejores salarios y prestaciones de las plantas de pilotos no le caen mal a nadie. Ahora bien, ¿habrá quien se oponga? Claro que los hay, países donde los sistemas de pensiones son más generosos pues no se antoja pensar en alargar más la edad de retiro de los pilotos y continuar con el desgaste propio de la actividad.
Los tiempos en que se hacen los pilotos en una empresa son de entre dos y tres años para ya volar sin instructor, más ahora en que los aviones son tan sofisticados y que requieren muchas horas de adiestramiento y de alta calidad. Veamos lo que pasa en líneas como Emirates que está planeando formar más o menos mil quinientos pilotos en dos años según su plan de expansión de flota previsto. Los sindicatos se oponen a este incremento de la edad de retiro porque también ven la necesidad de dar empleo a más pilotos que tienen esperando para ser contratados por línea de alta valía. No se diga en empresas como las chinas que tienen entre sus planes incrementar sus flotas de aviones de gran tamaño y vuelos muy largos. Los países asiáticos y de medio oriente ya aceptan pilotos extranjeros en sus plantillas de tripulantes y, por supuesto, que aceptan a los mejores, les ofrecen un buen salario, buenas prestaciones y eso atrae mucho a la gente.
Lo que sería muy delicado sería perder la objetividad y el profesionalismo en aras de incrementar el número de pilotos o de controladores de manera indiscriminada en una compañía, recordemos que el problema de contar con una planta de profesionales de la aviación tiene que ver con el tiempo para obtener pilotos que garanticen la aplicación correcta de los criterios requeridos por las empresas y de esa forma mantener un nivel alto de seguridad y eficiencia. Las compañías en nuestro país deberían tomar nota de lo que está por venir y ver qué es lo que les conviene para no aumentar el riesgo de las operaciones. Tampoco se trata de que se exagere pero sí que se mantengan los niveles salariales parecidos, si no se quiere igual a lo que se tiene en el mundo.
Y todo esto no es privativo de los pilotos, los controladores de tránsito aéreo deben contar con una capacitación correcta y estar estrictamente vigilados para que no haya sorpresas de comportamientos raros que pongan en peligro las operaciones. La condescendencia con el comportamiento de la gente es sinónimo de peligro latente y debe evitarse. Ahora bien, puede pensarse que es lo mismo tener 65 ó 67 años, pero lo cierto es que no, el agotamiento es muy diferente, normalmente a esas edades es que se “cobran las facturas de la vida” y las enfermedades y padecimientos son más frecuentes y evidentes, esto es innegable. Otra cosa que es importante es que la vigilancia de la salud de los tripulantes o controladores no se vigila adecuadamente, esto no se puede negar ni se debe pretender “tapar el sol con un dedo”. Parece mentira, pero mientras más te adentras a los temas de factores humanos mayores sorpresas te encuentras y te das cuenta de lo vulnerables que somos a estos comportamientos que no respetan edades, por cierto.
No basta con fijar las reglas para revisión de los tripulantes y controladores, sino que estas deben ser observadas sin permitir sesgos de ninguna clase lo que es difícil en sociedades como la nuestra en que el peso de los organismos fuera de las operaciones aéreas pesa a veces más que toda una compleja operación aérea. Me refiero a las asignaciones de presupuestos por parte de quien autoriza estos temas porque no piensan que los mecanismos requieren dinero para realizarse, los sindicatos, cuando la gente que está en la plana directiva no coincide con los criterios de seguridad lógicos y quieren hacer prevalecer los derechos de los trabajadores anteponiendo intereses personales o de grupo a los de la aviación juegan con fuego. Es menester considerar que “cada cabeza en un mundo” pero debería vigilarse el cumplimiento del desarrollo de las operaciones sin influencia alguna que desvíe lo principal que es mantener operaciones seguras y eficientes.
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