Desde que se inventó el que los reportes de incidentes no fallaran, ha costado trabajo lograr que la gente de aviación practique esta acción sabiendo a qué debe atenerse, las reglas que se siguen y cómo se debe incentivar a la gente para que reporte. La motivación a que se realicen los reportes de incidentes no es algo nuevo pero sí es algo que no se ha logrado, se habla de una cultura del reporte es decir que se haga de una manera natural y sin tanto preámbulo. Hay muchos cursos que se imparten a través de las empresas y otros de manera privada por medio de grandes expositores que incluyen este capítulo como parte de sus cursos de CRM. Esto es genial porque es a través de estos reportes que lograremos una aviación más segura. Se ha fallado en hacer los reportes pero también en cuidar la secrecía en el manejo de estos y que no sean punitivos cuando esto no se amerite.
Anteriormente ¿qué se hacía? Simplemente nada, nada pasaba porque nadie reportaba, por ahí algunos tripulantes o controladores realizaban reportes pero era una cantidad ínfima la que se lograba. Por supuesto que iniciando estos reportes los sindicatos pegaron el grito en el cielo, ¿qué pasaría con quien estuvo involucrado en un incidente o, incluso, varias anomalías? Nada, tanto empresarios como trabajadores aprendieron a vivir e impulsar la práctica de los reportes. Decía un director con quien platiqué en mi época sindical que aun sin comprender bien a bien cómo lograr la cultura del reporte decía que mientras no haya una intención expresa en la comisión de un incidente estaría todo bien, esto es si se reconocía la falta pues se le daba adiestramiento o se le reprendía verbalmente. Esto se entiende ya que cuando algún PTA deliberadamente comete o se involucra o, incluso, provoca un incidente que puede convertirse en accidente es digno de ser separado de su trabajo ya que el seguir ahí representa un peligro para la seguridad.
Últimamente hemos tenido incidentes que se han reportado con todas las de la ley, de estos aprendemos y llevamos a cabo acciones para evitar que la falta se repita, se investiga y se toman acciones para evitar que suceda de nuevo. Aclaremos algo, en aviación siempre habrá incidentes, no los habría si no se volaran aviones cuya operación conlleva un riesgo, así que siempre los habrá. Los peligrosos son los que no se reportan, al no tener idea de que sucedió algo pues nada se cambia o se ajusta dado que no se conocen, con esos incidentes no reportados hay que tener mucho cuidado, por desgracia son los que más hay. Me consta que se hace algo con los incidentes solo que el gran problema es que no se reportan, la gente se espanta y piensa que se va a meter en problemas y simplemente no reportan.
El caso de los aeropuertos súper congestionados como el AICM y el AIFA, aunque no tiene mucho tráfico sí afecta su manejo, en el primero porque aunque se han reducido las operaciones considerablemente hay y ha habido incidentes y el segundo porque es un aeropuerto que se opera de manera combinada con el ejército y TODOS los incidentes deben reportarse. Aunque la diferencia de criterios de quien es el que tiene prioridad empeora las cosas.
Concluyendo, se debe seguir insistiendo con el reporte de cualquier incidente que se presente, no se debe permitir que prevalezcan criterios personales ni de intereses de grupo sino sólo técnicos. Sigamos fomentando la cultura del reporte. Las altas direcciones que no priorizan esto deben ser removidas de sus puestos porque resulta muy peligroso no llevar a cabo acciones que permitan aprender del error pero, por supuesto, conociéndolos. Las incursiones en pista se repiten peligrosamente, no sólo en México sino también en la Unión Americana y en Europa falta que la gente que analiza estos reportes se aplique y conozca lo que se está haciendo en el mundo.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”