Muchas empresas en nuestro país, sobre todo las del gobierno, que planean mal sus operaciones abusan del pago de tiempo extraordinario a sus empleados, si bien es cierto que se trata de algo legal, esta indeseable costumbre perjudica enormemente a las empresas, por un lado, pero también a los gremios porque genera grupos que prácticamente se convierten en cotos de poder que inciden de igual manera en el desempeño de los trabajadores. En aviación es hasta cierto punto comprensible dada la variación numérica del equipo de trabajo, cuando vienen por ejemplo las renovaciones de aviones o por circunstancias especiales se aumenta o disminuye el equipo de trabajo la formación del personal técnico aeronáutico resulta en la formación de barreras casi infranqueables. Porque se contrata a gente que después habrá que despedir cuando los cálculos de planta así lo arrojen, aquí los sindicatos no aceptan que se muevan las plantas de personal operativo un ápice.
El número de personas que se desempeñan operativamente crece a grado tal que puede desbalancear los números de empleados de las empresas y puede llegar a poner en riesgo la seguridad, esto es porque en aras de ganar más dinero se exceden con creces las jornadas de trabajo y esto es sumamente inconveniente, es jugar con fuego.
En mi época de piloto de línea aérea llegaba un momento en que cambiabas prácticamente la economía personal por la seguridad, se generaban jornadas excesivas y propiciaban un cansancio alto en el personal. Por esto no se debe abusar del uso del tiempo extra, para las direcciones de las empresas puede resultar cómodo tener a la gente excediendo el uso del tiempo extra pero esto conlleva falta de planeación del trabajo operativo, en una palabra falta de personal. Es imprescindible que no se abuse del pago de tiempo extra al personal, sobre todo al operativo y en aviación, donde la seguridad se merma peligrosamente, la gente se acostumbra a cobrar tiempo extra en cantidades considerables y, repito, encarece la operación y repercute en la seguridad, en nuestro país en empresas del gobierno, sobre todo, se abusa de esta práctica, como el dinero sale de la fuente inagotable de los gobiernos, pues no pasa nada.
El abusar del tiempo extra deteriora de seguridad porque el personal se acostumbra a ello y es capaz de no tomar los descansos adecuados con tal de cobrar más en las quincenas y también se crean grupos de interés muy fuertes y con directivas que lo único que quieren es que no les hagan ruido so pena de perder su empleo.
En la empresa que trabajé muchos años cuando había introducción de flota o que reducían esta, la dirección optaba por hacer pago de tiempo extra atractivo y esto entusiasmaba a los pilotos pero al rato “cómo le quitas el caramelo al niño cuando ya le diste uno muy rico”. Otro inconveniente se crea entre el personal, quienes formando grupos “distribuyen” el tiempo extra como les conviene y esto va por encima de cualquier descanso necesario para no exceder las horas laboradas por el personal. No importa que no se apruebe tu trabajo pero a cambio de ello te “regalo” tiempo extra, en verdad no se cree pero con tal de recibir unos quintos más la gente es capaz de todo.
La otra es que en las empresas del gobierno, como no dejan que las empresas manejen sus propios presupuestos, el dinero generado por la actividad de la empresa se va a la secretaría de hacienda y le regresa a la empresa que generó las cantidades esperadas, no reciben de regreso ni la mitad de lo que generaron, imaginemos el pago de tiempo extra, difícilmente llegará en la cantidad adecuada y en la oportunidad esperada o hasta pactada. Las cosas cambiarán cuando realmente se antepongan criterios de negocio verdadero en lugar de tener un problema político que difícilmente logra un resultado objetivo y correcto.
Al calce
Felicidades a Mexicana por ese segundo aeroplano Embraer, ojalá algún día se maneje por sí misma, es capaz de hacerlo pero no como ahora es el plan. Si enderezan el timón para lograr una línea que deje dinero, las cosas cambiarían y se evitarían tanta suspicacia.
Aunque no es culpa del aeropuerto ni de la Marina, que es la que maneja al AICM, deben tomarse las previsiones para que la lluvia no deteriore tan fuerte la operación del aeropuerto, son muchos pasajeros los afectados.
Aguas con el retiro de la inmunidad antimonopolio al binomio Delta-Aeromexico, esto puede afectar las finanzas de la empresa nacional, aunque Delta no se va a dejar dado que posee acciones de la empresa del caballero águila pero, con el energúmeno que tienen de gobernante en aquel país del norte, todo se puede esperar.
Parece ser que no todos los incidentes son reportados por parte de los controladores en México, esto es imprescindible so pena de no corregirse las deficiencias, en este tema el sindicato de controladores tiene razón: esto es muy delicado urge que la gente que decide tome cartas en el asunto. No se debe cubrir a nadie, quien no pueda con el trabajo debe dedicarse a otra cosa, no debe permitirse ningún desvío de lo que se debe hacer, ni tener miedo a hacerlo.
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