
¿Qué pasa con el clima en México?
Durante julio de 2025, México enfrentó múltiples fenómenos meteorológicos extremos que demostraron la intensidad creciente del clima en América. Desde el huracán Flossie hasta la tormenta tropical Barry, pasando por lluvias monzónicas y olas de calor sin precedentes, el país vivió un complejo escenario climático influido por la variabilidad atmosférica y el cambio climático.
Huracán Flossie en el Pacífico
El huracán Flossie se originó como depresión tropical el 28 de junio frente a Centroamérica y fue declarado tormenta tropical el 29 de junio, a unas 175 millas al suroeste de Zihuatanejo. Aprovechando aguas cálidas (29–30 °C) y mínima cizalladura, se intensificó rápidamente: alcanzó categoría 1 el 30 de junio y categoría 3 la tarde del 1 de julio con vientos sostenidos de hasta 185 km/h y movimiento hacia el noroeste a unos 17 km/h. Flossie transitó paralelo a la costa del Pacífico mexicano—entre Guerrero y Jalisco—sin tocar tierra directamente. Sin embargo, generó lluvias torrenciales en Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco, donde acumulaciones entre 150 y 200 mm causaron inundaciones, deslizamientos y daños menores a infraestructura vial en la autopista siglo XXI. En Michoacán, autoridades reportaron colapso de drenajes, árboles caídos y cortes de energía en Acapulco y Lázaro Cárdenas
El ciclón se degradó a categoría 2 el 2 de julio y a depresión tropical antes de disiparse sobre aguas frías al suroeste de Baja California Sur el 3 de julio, sin víctimas directas reportadas.
Previo a Flossie, el huracán Erick impactó la costa de Oaxaca y Guerrero el 19 de junio como huracán categoría 3 (vientos de 125 mph, 939 hPa), dejando al menos 23 muertos, 28 heridos y daños estimados en USD 250 millones. Se registraron deslaves, evacuaciones y cortes de infraestructura, especialmente en Ometepec, Cuajinicuilapa y Acapulco.
Tormenta tropical Barry
En el Atlántico, la tormenta Barry se formó el 28 de junio sobre la Bahía de Campeche y se disipó antes del mediodía del 30 de junio, tras tocar tierra cerca de Tampico ya como depresión tropical. A pesar de su breve existencia, generó lluvias intensas de hasta 150 mm en Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí, provocando inundaciones, desbordamientos y daños a más de 400 viviendas y 15 vehículos.
En total se registraron al menos ocho muertes directas y pérdidas por cerca de 6 millones de dólares. Sus remanentes también contribuyeron a las inundaciones mortales en Texas, donde se reportaron al menos 134 fallecidos.
Monzón mexicano
El sistema monzónico inició entre el 24 y 27 de junio, y se consolidó en julio. Según Conagua y el SMN, el monzón aportó entre el 50 % y 65 % de la precipitación anual en estados del noroeste como Sonora, Chihuahua y Durango, y lluvias entre 75 y 150 mm en Zacatecas, Jalisco y Nayarit durante julio
Entre el 27 y el 31 de julio, canales de baja presión y dos ondas tropicales intensificaron los aguaceros en más de 20 estados del centro y sur del país. Oaxaca, Veracruz, Guerrero y Jalisco soportaron acumulaciones diarias que superaron los 150 mm, provocando inundaciones urbanas, caída de árboles y alerta por deslaves. En la Ciudad de México, se registraron inundaciones en Cuajimalpa, caída de postes y activación de alerta triple por lluvias persistentes.
El patrón de rápidas intensificaciones en Erick y Flossie refleja las condiciones cada vez más favorables para ciclones intensos, asociadas al calentamiento de los océanos mexicanos
Cambio climático: una variable clave
Investigaciones recientes indican que el aumento sostenido de la temperatura superficial del mar y el aire ha modificado significativamente los patrones de lluvias y tormentas en México. Según Climate Central, México se encuentra entre los países con mayor tasa de calentamiento en América Latina (0.3 °C por década), afectando la frecuencia e intensidad de eventos extremos como los observados en julio de 2025. El cambio climático amplifica las condiciones que favorecen huracanes intensos, monzones más activos y olas de calor extremas.
Reflexiones finales
Julio de 2025 ejemplifica la complejidad del clima contemporáneo en México: huracanes que se intensifican con rapidez, tormentas de vida breve pero destructiva, lluvias masivas producto del monzón y calor extremo que supera los límites históricos. México enfrenta una realidad climática que exige vigilancia constante, adaptaciones locales y políticas de riesgo eficientes.
Cap Cesar Matta
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